viernes, 31 de octubre de 2014

Ocio y recreación en el adulto mayor


El ocio y la recreación debe de entenderse como una acción que proyectada desde lo social, puede crear las condiciones que faciliten la elevación de la calidad de vida de dicho grupo etario y este permita, que gocen de una vida adecuada, libre de enfermedades que influyan en el desarrollo normal de su vida social, personal, laboral, como también, no permitan que la persona pierda la autonomía de su vida.

Múltiples investigaciones han demostrado que el periodo de la adultez mayor no tiene que  significar necesariamente el deterioro de las capacidades físicas e intelectuales, ya que si las personas de dicho grupo etario, muestran la motivación necesaria para llevar una vida activa y no permiten que los cambios que experimenta su organismo producto del envejecimiento normal, interfieran de una manera negativa en las actividades que realiza normalmente,  el proceso del envejecimiento normal no va cambiar de una manera drástica el curso de su vida.

El enfoque que muestra el ocio y la recreación en los adultos mayores,  se muestra como una opción loable para la vida de dichas personas, donde en sus tiempos libres, se pueda  desarrollar actividades que contribuyan a una vida saludable y de esa manera, puedan sentir bienestar. Asimismo, las personas que envejecen normalmente utilizan y disfrutan adecuadamente todas las posibilidades que le brinda su entorno, como también, sus propios recursos, lo cual  les permite que acepten los cambios que experimentan producto del envejecimiento normal, ya que todos vamos a pasar por ello y no debemos de permitir que nos limite a no realizar las actividades que hacíamos con anterioridad.

 A su vez, en la etapa de la adultez mayor, la actividad física-intelectual y el interés por el entorno en el cual se desenvuelven, orientadas a través de actividades de recreación y ocio productivo, favorecen el bienestar y la calidad de vida de los individuos. Por otro lado, hay que tener en consideración que las estrategias para poder desarrollar programas de ocio y recreación en los adultos mayores, tienen una función potencializadora en la vida de dichas personas a nivel personal y social, permitiendo de esa manera, a satisfacer sus necesidades individuales, como también, actúan como un medio de integración social del adulto mayor.
 

 


Referencia:

Zaldívar, D. (2004). Ocio y recreación en el adulto mayor. Cuba: Salud Vida. Recuperado el 31 de Octubre desde http://www.sld.cu/saludvida/adultomayor/temas.php?idv=5942

Prevención del estrés en los adultos mayores


El estrés en cualquier etapa del desarrollo humano representa una amenaza para la salud, bienestar y calidad de vida para la persona, por ello, si es detectado a tiempo, no va afectar nuestro desarrollo social, personal, biológico, laboral, entre otros.  Por ello, debemos de saber reconocer si estamos en un periodo de estrés, para así pedir ayuda a un especialista y este no se complique hasta producir reacciones adversas.

Diversas investigaciones explican que los eventos estresores, como la tensión en el trabajo ya sea porque, nos dejan muchas cosas por hacer en un periodo de tiempo corto, los problemas familiares, personales o tenemos que pagar muchas deudas, de las cuales, no tenemos el dinero requerido para terminarlos de pagar. Dichos eventos, pueden interferir de manera negativa en el desarrollo normal de nuestras vidas y afectar el equilibrio interno, lo cual, produce que podamos contraer enfermedades crónicas.

La respuesta de estrés puede ser considerada como la activación psicofisiológica que se produce en el organismo como consecuencia de la interacción con determinada situación (evento vital) que le ha servido de estímulo o disparador. Asimismo, se considera el estrés como un fenómeno relacional, el cual interviene en la relación de la persona con el ambiente en el cual se desenvuelve. Sin embargo, la magnitud en la que puede afectar un evento estresor en una persona difiere en la otra, ya que no todos reaccionamos de la misma manera ante una problemática y si la persona, hace uso de sus cualidades personales para afrontar el evento, este no perjudicará su desarrollo normal.

Por ello, si la persona no puede solucionar dicho evento estresante, es necesario recurrir a la ayuda de una persona especializada en el tema, para que este no se complique y traiga consigo, resultados adversos.  A su vez, el afrontamiento del estrés en el periodo de la adultez mayor, requiere de la disposición de la persona para poder solucionar su problema, como también de reflexión, ya que,  le ayudarán a que este evento no interfiera en el desarrollo de sus metas, en sus relaciones sociales o de la vida diaria. De esa manera, la persona adulta mayor va a poder continuar con una vida activa, la cual, le ayudará a tener un envejecimiento normal, libre de enfermedades y goce de una vida plena.  

 

 

Referencia:

Zaldívar, D. (2004). Prevención del estrés en la tercera edad. Cuba: Salud Vida. Recuperado el 31 de Octubre desde http://www.sld.cu/saludvida/adultomayor/temas.php?idv=5940

La importancia de la personalidad frente a la edad que tienes!!


Hay muchas personas que continúan con el prejuicio de que el periodo de adultez mayor,  se basa en el deterioro en todos los sentidos de la persona, ya sea biológico, psicológico, social, entre otros.  Sin embargo, se han realizado investigaciones en el campo de la gerontología, los cuales, van a demostrar la falsedad y verdad de dicho prejuicio.

Se ha evidenciado que la personalidad, el ambiente en el cual se desarrolla la persona y el estilo de vida que ha llevado hasta la actualidad, interviene mucho en el proceso de envejecimiento del adulto mayor. Por ello, la edad no es un determinante para los cambios que experimenta la persona, sino los factores descritos anteriormente, llevando así, una vida saludable y de esa manera, gozar de una vida plena.

Asimismo, se debe de diferenciar entre un envejecimiento normal  o primario y un envejecimiento patológico o secundario. El cual se basa en que el envejecimiento normal, son los cambios que sufre la persona debido al proceso de envejecimiento biológico, en el cual, nuestros órganos con el paso de los años ya no funcionan adecuadamente como antes, como también, aparecen las arrugas en la piel, nuestros órganos de los sentidos ya no funcionan como antes, sobre todo se ven más perjudicados, el sentido de la vista y la audición, entre otros. En cambio, el envejecimiento patológico se manifiesta cuando la persona sufre cambios en su organismo producto a las repercusiones de la enfermedad y no les permite desarrollarse adecuadamente en la sociedad a la que pertenecen.

Por ello, cuando la persona tiene un estado de ánimo adecuado, se levanta cada día con optimismo y mantiene una vida activa, ya sea, haciendo ejercicios acorde a su edad, relacionándose con los demás y consumiendo alimentos saludables, dicha persona, va a poder afrontar los cambios que se producen en su organismo, producto del envejecimiento normal. Lo cual, le va  a permitir no deprimirse y a ver la vida desde otra perspectiva con la ayuda de sus seres queridos, los cuales, cumplen un rol esencial en la vida de la persona adulta mayor.
 
 

 

Referencia:
Torroella, G. (2004). Lo importante es la personalidad que se es, no la edad que se tiene.  Cuba: Salud Vida. Recuperado el 31 de Octubre desde http://www.sld.cu/saludvida/adultomayor/temas.php?idv=5944.

sábado, 25 de octubre de 2014

Y tú…. ¿cómo te comportas con un adulto mayor?





El video nos invita a reflexionar sobre el trato que le damos a los adultos mayores, los cuales, a pesar de tener limitaciones físicas, producto de la etapa de envejecimiento normal, poseen muchos valores y conocimientos, lo cuales, han sido asimilados durante sus experiencias en la vida, como también, los van a transmitir a sus hijos y nietos, para que ellos aprendan del verdadero sentido de la vida  o no cometan los mismos errores.

A su vez, también se dice que en la juventud se aprende y en la adultez mayor se comprende, lo cual quiere decir, que durante nuestra niñez, como también juventud, producto de nuestra curiosidad sobre lo que acontece en el mundo, aprendemos muchas cosas con nuestros padres, profesores o nosotros mismos. Sin embargo, todo lo aprendido, toma significancia cuando nos volvemos adultos mayores, ya que, en dicha etapa de la vida, comprendemos el por qué de muchas cosas, las cuales, al tener más experiencia toman sentido en nuestro día a día.

Muchas veces, la vida agitada que llevamos, produce que perdamos los valores que aprendimos previamente en nuestras familias, ya que, el trabajo nos puede tensar, y por ello, dicho evento influye negativamente en nuestras vidas.  Sin embargo, en vez, de hacer deporte o pasear para sentirnos más relajados, decimos liberar la cólera que sentimos con nuestros familiares adultos mayores causándoles daños físicos y psicológicos, los cuales, dejan huellas en sus vidas, difíciles de borrar.

Asimismo, nos enseña a analizar nuestra actitud con dicho grupo etario, el cual, nos dio todo lo que pudo y más, desde que éramos pequeños, como también, la manera en la que vemos a nuestros familiares adultos mayores, nosotros también llegaremos a ser de la misma manera, por ello, debemos de valorar la presencia de ellos en nuestras vidas y al igual que las deficiencias que sufren  las funciones de sus órganos en la actualidad, nosotros, experimentaremos lo mismo en un futuro y no vamos a desear, ser tratados  de una manera diferente o marginados de la sociedad, solo por no ir al mismo ritmo que los demás.

 
Referencia:

Gatti, N. (17 de Junio del 2012). Reflexión sobre la vejez. Perú. (Archivo de video). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=gMVzIyN99Uk





 

¡No al Maltrato con los Adultos Mayores!







El video nos hace tomar conciencia acerca del maltrato y abuso a los adultos mayores. Pero para poder tomar conciencia acerca de dicho tema, debemos de conocer primero, que significa la palabra “maltrato”, la cual, hace alusión a la acción que produce daño, vulnera la dignidad y el derecho de los adultos mayores.

A su vez, se expresan las peticiones  de las personas adultas mayores, las cuales dicen que no quieren que se les miren con lástima, sino, quieren que se les miren como personas normales, iguales a los demás, las cuales, tienen derechos que deben de ser respetados de la misma manera que la de un niño, joven o adulto mediano.  Otra petición es que, no quieren ser invisibles ante los demás, quieren ser escuchados, aunque hayan repetido la misma historia una y otra vez, por ello, es importante, sembrar en nosotros la paciencia, como también, la comprensión ante los cambios que sufren producto del envejecimiento normal.

Los miembros de dicho grupo etario, también desean no ser tratados con indiferencia por parte de sus familiares o seres cercanos, más bien, ellos desean recibir respeto, cariño y comprensión, para así, vivir una vida plena, donde sientan que tienen el apoyo de sus familiares cuando se les presenten un problema que no pueden solucionarlo por sí mismos, como también, se enseña una frase, la cual dice que “El adulto que eres hoy, también, es el anciano que serás mañana”, lo cual quiere decir que, todo lo que hagamos en la actualidad, sea bueno o malo, va a repercutir en un futuro, por ello, debemos de pensar antes de actuar para tener resultados positivos, es decir, alimentarse con una dieta balanceada, pero prescrita por un nutricionista y si brindamos un trato negativo a nuestros padres, cuando lleguemos a esa edad, también, podemos ser tratados de la misma manera, lo cual, no es lo más deseable.

Por último, se reflexiona acerca de lo que es lo que deseamos recibir cuando seamos adultos mayores, es decir, si queremos recibir un golpe por parte de un familiar o persona extraña, alguna crítica que en vez de hacernos mejorar, nos haga sentir inferior y nos haga retroceder. Como también, en la parte positiva, queremos sentir el abrigo que nos brindan nuestros familiares, el cual representa la protección que sentimos al estar a su lado y la comprensión que ellos nos transmiten ante los cambios que experimentamos durante el envejecimiento normal.

¡El 15 de Junio se celebra el Día mundial de la toma de conciencia del abuso y maltrato a la vejez!

 
Referencia:
Valderas, R. (15 de Junio del 2011). No al maltrato al adulto mayor.  Chile. (Archivo  de video). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=qSk8vGXDRoc
 

El dia que me volvi invisible.....





El video nos demuestra como en algunas circunstancias no valoramos a nuestros familiares o padres adultos mayores, a pesar de que cuando éramos pequeños, ellos enfocaban toda su atención en nosotros para que gocemos de una salud adecuada, tengamos los juguetes que queríamos, podamos ir a estudiar al colegio, tengamos vestiment a, como también, nos alimentemos día a día.


Cuando nosotros crecemos y nos volvemos adultos, muchas veces, formamos una familia, con la cual queremos disfrutar cada momento a su lado. Sin embargo, nuestros padres, que en ese entonces, ya son adultos mayores, en muchas oportunidades, viven con nosotros, para que así no se sientan solos y si tienen algún malestar, nosotros los ayudemos a sentirse mejor o recurramos a los servicios de una persona especializada en el tema.


Lamentablemente, dicho caso, no se da siempre, ya que hay adultos mayores que a pesar de vivir en la casa de uno de sus hijos y por ello tenga  su compañía, muchas veces, se sienten solos, como invisibles, ya que, como cada uno vive su vida como mejor les parece, no toman en cuenta la presencia de dicho familiar y a pesar, de que el adulto mayor, quiere ayudarlos como mejor pueda, no les agradecen y se comportan como si el hecho hubiese sucedido solo.


A su vez, también se muestra, que en los momentos en que la familia decide irse de paseo, no toman en cuenta la presencia del adulto mayor, ya que, piensan que ellos se van a cansar, no van a caminar rápido, entre otros. Lo cual, llena de tristeza a dicho  grupo etario, ya que, ellos merecen ser tratados de la misma manera que los demás y no hay por qué pensar de que ello, van a interferir para que el paseo familiar sea agradable.


Por ende, hay que tomar conciencia acerca de nuestras actitudes con nuestros familiares adultos mayores, ya que, ellos nos dieron todo su cuidado y atención cuando éramos pequeños, como también, no hay que olvidar que con los pasos de los años, también seremos adultos mayores y no vamos a querer ser tratados de la misma manera por nuestros hijos.
 
 Referencia:


Quiñonez, Y. (22 de Septiembre del 2012). El día que me volví invisible. Colombia. (Archivo de video). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=sDsY5hwPtpo

viernes, 24 de octubre de 2014

Productividad creatividad en la Adultez Mayor


En un examen matemático altamente sofisticado de la vida de diez de los compositores más famosos, se encontró que la productividad creativa alcanzaba su máxima potencia entre  las edades de 45 y 49 años. Dicha productividad se encuentra vinculada con la edad en lo que se denominó  “una curva J invertida al revés” en lugar en “U invertida” que esperaban los investigadores.

Ello significa que la productividad alcanzo un máximo y después cayo, pero el descenso fue menor si se compara con el ascenso inicial.  Esta relación se mantenía incluso cuando se controlaba en los resultados la variable de la enfermedad física. Es decir, la enfermedad, que es más proclive de presentarse en los últimos años de vida, no explica globalmente la disminución de la productividad creativa en los últimos años.

Algunos autores expresan que la productividad en la etapa de la adultez mayor puede estar más vinculada, con lo que la sociedad en la que vivimos, nos permita continuar ejecutando un trabajo productivo, el cual nos guste realizarlo y nos haga sentir bien como personas, que con el hecho de que exista una prohibición práctica de la participación profesional de los científicos adultos mayores, como es el caso de muchos contextos europeos.

Sin embargo, algunas personas adultas mayores se las arreglan para tener sus propias oportunidades. Hay un estudio de los arquitectos americanos, sugería que los profesionales que seguían dicha profesión después de los 65 años, se caracterizaban  por su compromiso y motivación, sus habilidades sobreaprendidas, su sensibilidad estética, su capacidad para poder vender y para delegar responsabilidades a los demás.  A su vez, los  académicos adultos mayores, expresan su generatividad, simplificando el camino de sus estudiantes y sirviendo como mentores de la siguiente generación de científicos.

 


Referencia:
Schaie, W & Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON PRENTICE HALL.

Padres que envejecen.....


Existe el mito de que la relación del hijo adulto  con sus padres se torna muy complicada conforme los padres van envejeciendo y se vuelven cada vez más dependientes de ellos, lo cual, produce que la dependencia que los hijos tenían anteriormente con sus padres, puesto que cuando eran pequeños requerían  de su cuidado y protección, en el momento en que el padre se encuentra en la etapa de la adultez mayor,  este cuidado se invierte, ya que, ahora es el padre adulto mayor el que  necesita de la ayuda de sus hijos para poder adaptarse a los cambios que ha sufrido su cuerpo debido al proceso de envejecimiento normal. Sin embargo, dicho caso, es solo para una minoría de familias.

Cuidar a los padres adultos mayores, se ha convirtiendo en un tema de interés general recientemente, ello se debe  a los cambios demográficos tales como el aumento de la expectativa de vida.  Al vivir más tiempo, los padres adultos mayores, tienen más probabilidad de ser dependientes de sus hijos de una edad media ya que requieren que los cuiden, como también, si sufren de una enfermedad que los imposibilite a desarrollarse adecuadamente en el día a día, dicho cuidado se debe de brindar en periodos más prolongados.

Por ello, surge una interrogante ante dicho tema, el cual, se basa en quien cuida a los adultos mayores, cuando requieren de un mayor cuidado.  En el caso de que el adulto mayor se encuentre casado, se puede recurrir a la ayuda de una persona especializada, como también, de su esposo (sa). Sin embargo, hay que recordar que la mayoría de las adultas mayores son viudas o están solas, de modo que, requieren del cuidado de una persona especializada en el tema.

A pesar de la ayuda de personas especializadas,  la tarea de cuidar  a los padres adultos mayores recae sobre los hijos adultos y sobre todo de las hijas. Cantor (1998) ha documentado lo que ha denominado como el sistema de apoyo “jerárquico compensatorio”. Dicho sistema se refiere a que el apoyo del adulto mayor se activa mediante un orden, desde las relaciones más estrechas e íntimas hacia las más distantes.


 

Referencia:

Schaie, W & Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON PRENTICE HALL.

¿Qué es ser padre durante la madurez?


Se dice que cuando una familia tiene hijos pequeños,  la vida de los padres se encuentran moldeadas por un “imperativo paternal”.  A su vez, los padres pueden apaciguar aspectos del yo que interfieren con el tiempo y los recursos tanto económicos, como psicológicos  considerables que requieren el cuidado, como también, la socialización de sus hijos. Sin embargo, se explica que cuando los hijos crecen, y se vuelven independientes, el papel de la paternidad parece no tener importancia. Se han sugerido dos perspectivas que difieren entre ellas en cuanto a los efectos de la reducción de las responsabilidades de la paternidad.

Una de ellas, caracteriza la “madurez”, sobre todo en el caso de las mujeres, como personas deprimidas y solitarias, sufriendo así, el síndrome del “nido vacío”, el cual se basa, en que cuando un padre ha sido muy preocupado con sus hijos, brindándoles todo su amor y protección, llegado el momento de su madurez y por ello, su partida hacia una nueva etapa, los padres sufren la ausencia de sus hijos, producto de su vínculo afectivo con ellos.  La otra perspectiva ofrece la visión de que los padres experimentan un nuevo sentido de la libertad y de sus responsabilidades de realización, en el momento en que sus hijos parten de su hogar.  Asimismo, ambas perspectivas nos muestran formas de culminación del papel de padre durante la madurez.

Recientemente, se ha discutido el tema acerca de que si los adultos alcanzan una vez el estado de “padre honorifico”, el cual, sugiere la perspectiva del nido vacío.  Más bien, para una gran cantidad de adultos, la etapa de  paternidad dura toda la vida, sin embargo, lo que cambia a menudo durante la madurez, son los requisitos conductuales de la paternidad y la naturaleza de la relación  que mantienen con sus hijos que poco a poco van creciendo.

Por consiguiente, el papel de la paternidad quizá difiera según el tipo de padre que sea en la naturaleza temprana o tardía.  Muchos padres durante la madurez temprana, tienen hijos adolescentes que se encuentran en el proceso de convertirse físicamente en personas maduras, socialmente activos y psicológicamente autónomos. Dicho desarrollo en los adolescentes se ha vinculado con un distanciamiento en la relación padres- hijos.

 


Referencia:

Schaie, W & Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON PRENTICE HALL.

domingo, 19 de octubre de 2014

Consecuencias de los decrementos sensoriales en las personas adultas mayores


Las deficiencias en la audición y visión en los adultos  mayores, son los que más influyen de una manera negativa en su adaptación.  Nuestra vista, con los pasos de los años, se ve alterada producto del proceso del envejecimiento normal y también, puede provocar disfunciones perceptivas.

 El tener una vista que no funcione adecuadamente, puede traer consigo una serie de accidentes para el adulto mayor, ya que si un día, está caminando de noche por la sala de su casa y no se percata que había un adorno en el suelo, puede sufrir una caída o un golpe muy fuerte. Sin embargo, esta alteración en la vista no solo puede producir accidentes en el hogar o en la calle, también, puede afectar las relaciones sociales que tenga con el entorno en el cual se desenvuelve y no le va a permitir realizar con normalidad sus actividades diarias, como el bañarse, vestirse, cocinar, ver televisión,  entre otros.

Por lo tanto, dichas alteraciones, dificultan la adaptación de dicho grupo etario a los nuevos cambios que experimentan en el proceso del envejecimiento y también, hacen  que sean más proclives de presentar estados de ansiedad, trastornos depresivos, inadaptación al medio, pérdida de autoestima, como también, sentimientos de aislamiento y soledad, incidiendo negativamente también sobre la estimulación cognitiva. En definitiva, la pérdida de visión puede tener consecuencias físicas, psicológicas y sociales desfavorables para las personas que lo presentan. A su vez, se puede observar que la percepción auditiva es muy sensible a los efectos del transcurso de los años. Bess (1989) expresa que la pérdida auditiva influye de una manera no óptima en la adaptación y calidad de vida de los adultos mayores, ya que ello reduce las actividades que realizaba anteriormente, como también,  sus contactos sociales. 

Las personas que presentan una severa hipoacusia tienen tendencia en vivir en un entorno más ruidoso, puesto que, el no poder oír sonidos bajos, requieren de más volumen en su televisor, en la radio, lo cual, puede traer molestias en las personas que viven a su alrededor. Al mismo tiempo, piden que les repitan lo que  hablan debido a una pérdida de la audición.  Se dice, que las áreas cerebrales de la percepción auditiva y visual no se ven afectadas gravemente por el transcurso de los años.



 

Referencia:

Muñoz, J.( 2002). Psicología del envejecimiento. Madrid: Ediciones pirámide.

Malos tratos con los adultos mayores


Actualmente se habla de una manera no tan abierta, acerca de los malos tratos que sufren los adultos mayores ya sea, por parte, de sus hijos, enfermeras, vecinos, entre otros. Afortunadamente hoy en día, este hecho se ha comenzado a reconocer en el contexto científico internacional, y se admite que los adultos mayores también constituyen una población susceptible de recibir malos tratos y este fenómeno se considera como un gran problema social.

A la mayoría de las personas todavía les es difícil comprender que este hecho pueda ocurrir, porque consideran que solo se da en instituciones, como también,  les parece inimaginable que las personas mayores puedan ser maltratadas en sus propios hogares. Gradualmente se viene reconociendo que las personas adultas mayores están sufriendo abandono y/o malos tratos en sus propios hogares o en los hogares de familiares cercanos a ellos, por ello, se debe de tomar conciencia acerca de este tema y no creer que en el mundo no se da con tanta frecuencia este tipo de hechos y que los adultos mayores, no sufren de maltratos por parte de otras personas e inclusive muchas veces, sufren en silencio, para no preocupar a sus hijos u otros familiares cercanos.

Asimismo, en la actualidad se piensa que los agresores hacia dicho grupo etario tienen una patología, sin embargo, en las últimas investigaciones sobre el caso, apuntan hacia la idea de considerar cada vez más al agresor como un individuo no tan desviado hacia la norma. En oposición a dicho postulado, existen investigaciones que indican que las personas que agreden a los adultos mayores, pueden presentar psicopatologías más graves que los agresores de otros colectivos.

Hoy en día también se rechaza  la creencia de culpar sólo a la persona adulta mayor de su situación de maltrato y/o abandono que sufre, y se están concentrado las acciones en hacer responsable al agresor de sus propias acciones, a pesar de que no existan programas dirigidos para aquellos que maltratan a dicho grupo etario, ni tampoco se hayan desarrollado teorías terapéuticas a este respecto, de lo cual, se debe de tener en consideración para poder ayudar a las personas víctimas de maltratos, para que no se queden callados y puedan desarrollarse adecuadamente en la sociedad a la que pertenecen.  
 
 

 

Referencia:
Muñoz, J. (2002). Psicología del envejecimiento. Madrid: Ediciones Pirámide.

Envejecimiento de la memoria


Tiberghien (1991) indica que la memoria humana se puede definir como un sistema de tratamiento de la información compuesto por bloqueos primarios organizados de forma secuencial.  Desde dicho punto de vista, los cambios que se producen en la memoria se explican con el análisis de su estructura, los procesos que operan con ella y/o los conocimientos que han sido almacenados. 

Las personas adultas mayores se quejan frecuentemente de sufrir trastornos de memoria. Asocian las ausencias con el padecimiento de alguna enfermedad degenerativa y esta perspectiva deja confundidos y desorientados a las personas pertenecientes a dicho grupo etario, los cuales, suelen interpretar los olvidos ocasionales como síntomas de un trastorno mnésico irreversible.  Sin embargo, la mayoría de los lapsus mnésicos que aparecen durante la senectud no están ocasionados por patologías orgánicas degenerativas; tienen su origen en los estados depresivos o en la influencia que ejercen algunos rasgos de la personalidad del individuo, pues, ella determina en la manera de aceptar los cambios que experimenta producto del envejecimiento normal.

La memoria es la función cognitiva que con más frecuencia han estudiado los psicólogos (Montorio, 1994). Sin embargo, no existen investigaciones que hayan observado su evolución a lo largo de todo del ciclo vital, y tampoco se ha dado una explicación sobre las razones verídicas que producen dicho acontecimiento. Lo que se puede apreciar, es que las disfunciones mnésicas sobreviven por causas biológicas, es decir, cambios o pérdida de células cerebrales,  bajo nivel intelectivo y/o factores psicosociales, como la falta de hábito de recordar eventos, poca motivación, entre otras.

Algunos autores indican que los déficits observados en el momento de la recepción de la información y fijación de esas impresiones pueden ocasionar los decrementos que sufre la memoria con el transcurso de los años.   Asimismo, la mayor parte de los investigadores coinciden en apuntar que la estructura de la memoria engloba, respectivamente, la memoria sensorial (Sperling, 1960), la memoria primaria o memoria a corto plazo, incluyendo la memoria de trabajo (Baddeley, 1986), la memoria secundaria o memoria a largo plazo, la cual nos ayuda a evocar recuerdos del pasado y poder ayudarnos a resolver problemas, como también, memoria terciaria o memoria de los recuerdos lejanos.


 

Referencia:

Muñoz, J. (2002). Psicología del envejecimiento.  Madrid: Ediciones pirámide.

sábado, 18 de octubre de 2014

Alimentos que contribuyen al cuidado de la piel


La piel, es el órgano más grande de nuestro cuerpo, sin embargo, este se encuentra expuesto a la contaminación ambiental, a los rayos solares, como también, se sabe, que el estar expuesto muchas horas ante la luz de una computadora, contribuye que nuestra piel se deteriore más rápido. Pero, para que nuestra piel, se encuentre en un buen estado, existen una serie de alimentos que nos ayudarán a que este órgano se vea mejor.

 

1.    Pepino: Es una verdura que contiene altas cantidades de agua, de la cual, la cascara contiene grandes cantidades de propiedades. Es bueno que hagamos una papilla del pepino y que lo pongamos en nuestra piel durante una media hora, después de ello, nos bañamos y nuestra piel va a quedar más suave.

 

2.    Fresa: Es una fruta que contiene vitamina C, la cual nos ayuda a que nuestra piel este más sana, tersa y saludable. Podemos hacer una papilla de esta fruta con todas las pepas, ya que nos  ayuda a eliminar las células muertas y también es importante recordar, que al momento de quitarnos la mascarilla de nuestra piel, hay que hacerlo con sumo cuidado, puesto que, nuestra piel es delicada.

 

3.    Brócoli: El brócoli es una verdura que es conocida por sus propiedades anticancerígenas, ya que contiene vitamina C al igual que las fresas, como también es un buen antioxidante para nuestra piel, lo cual es importante ya que nuestra piel se encuentra conformada por una gran cantidad de agua y al consumir brócoli nos estamos nutriendo con vitamina C que va a evitar la oxidación celular y evita la aparición de arrugas. Por último,  también contiene fibra, lo cual produce que nuestro organismo, elimine las grasas que no son necesarias para nosotros.

 

4.    Yogurt: Para nuestra piel, es saludable consumir un yogurt natural, el cual contiene una grasa que es similar a la de nuestra piel, por ello, debemos de consumirla en las mañanas o en el medio día. Es importante recordar, que si se tiene problemas de colesterol, es recomendable, consumirla sin grasa y al igual que es beneficiosa consumirla, también podemos usarla como mascarilla, ya que contiene ácido láctico  que contribuye a quitar las impurezas de la piel y los puntos negros.

 

5.    Pescado: Dicho alimentos es rico en omega 3, la cual es una grasa antiflamatoria más rica que existe y los pescados que tengan partes negras son buenas para las personas que tengan inflamaciones en la piel.

 

6.    Camote: El camote es rico en color naranja la cual contiene antioxidantes, sin embargo, la parte morada del camote, contiene aún más antioxidantes.

 

7.    Palta: Contiene grasas naturales, vitamina E y  funciona como un lubricante para nuestra piel, como también, es buena como mascarilla.

 

 

8.    Té verde: Es un antioxidante que evita la oxidación celular, la cual, nos ayuda a tener una piel más suave y lozana.

 


 

Referencia:

Dr. Tv Perú. (07 de Noviembre).  Alimentos para la piel: Perú. (Archivo de video). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=s7lEgNHoL_c.

¡Qué es el autocuidado de la salud y por qué es importante!


Significa asumir voluntariamente la responsabilidad de cuidar nuestra propia salud, ya que sabemos que sin ella, no podremos desarrollarnos plenamente en el día a día. A su vez, dicho concepto implica adoptar estilos de vida saludable, que prevengan la aparición de enfermedades y que ayudan a mantener a las personas adultas mayores una vida activa, saludable, participativas y productivas.

Autocuidado también hace alusión a saber conocernos, querernos y cuidarnos por nuestro propio bienestar; para lo cual, es necesario aceptar los cambios que ha  estado sufriendo nuestro cambio y tener la capacidad de amarnos, de valorar nuestra esencia como personas únicas en el mundo. Es importante recalcar que el autocuidado es una conducta que se aprende y surge de la combinación de experiencias personales, como también, sociales.

Por otro lado, la forma de autocuidarse está influenciada por la edad, nivel de instrucción, estado de salud, estado civil, roles que desempeña en la sociedad a la que pertenece, entre otros. Como el envejecimiento es individual, puesto que todos envejecemos a diferentes ritmos, es muy importante tener en cuenta el autoconocimiento, autoestima y la autodeterminación que son considerados como componentes básicos del autocuidado, reconociendo así el autocuidado como elemento que conduce al desarrollo humano integral porque permite que los adultos mayores puedan ser autónomos, lo cual, se manifiesta en el protagonismo de su propio destino.

El autocuidado es importante para los adultos mayores porque mantiene la capacidad funcional del adulto mayor, hace menos grave la enfermedad o discapacidad y mejora la interacción entre las personas.  Por ello, en definitiva, dicho termino es un elemento que promueve el desarrollo humano integral y la independencia de las personas adultas mayores, como también, es necesario sensibilizar a todas las personas mayores de 60 años y hay que comprometerlas en el cuidado de su propia salud.

Dichas acciones se encuentran directamente vinculadas con la promoción, prevención y rehabilitación de las enfermedades, con la finalidad de alcanzar la máxima independencia funcional y lograr la mayor autonomía posible.  El autocuidado, tiene una directa relación con la situación económica de las personas adultas mayores, porque sin lugar a dudas, prevenir una enfermedad es intensamente más accesible que tratarla y/o curarla.

 


Referencia:
MIMDES.(2008). Proceso del envejecimiento. Perú: Industrias Gráficas Ausangate S.A.C

Cuidado de la cavidad bucal en las personas adultas mayores


Es importante que se presente atención a nuestra cavidad bucal, puesto que, al estar en buen estado, nos permite ingerir, como también, masticar  de una manera adecuada nuestros alimentos, y  si es que hace uso de prótesis dentales, también se le debe de prestar atención, ya que si se desadapta o desajusta, produce dolor y molestia.

Cuando nuestra boca se encuentra en buen estado, permite una adecuada apariencia, una buena trituración de los alimentos y una óptima forma de hablar, lo cual es importante, ya que, nos ayuda a establecer una buena comunicación con los demás y que ellos puedan entender el mensaje que les queremos transmitir.

Muchas veces, los adultos mayores se quejan de experimentar una boca seca, lo cual, es normal ya que, ello se debe a la cantidad de medicamentos que se ha ingerido. Como también, los dientes se desgastan más rápido y se disminuye la capacidad de sentir los sabores de los alimentos, como también, la temperatura, por ello, cuando se les sirve el almuerzo a los adultos mayores, se les debe de dar a una temperatura media, para que así, puedan disfrutar mejor sus alimentos y no sufran de una quemadura.  Asimismo, la piel y los labios se arrugan más rápido.

Por ello, es recomendable que para tener una sonrisa más sana, se debe de cepillar los dientes después de cada comida y si no puede hacerlo, es preferible que se le pida ayuda a una persona a la cual tenga confianza, ya sea un familiar o un amigo cercano. También, hay que utilizar un cepillo adecuado con cerdas suaves y flexibles, para así evitar dañarse las encías, como también, hay que cambiar los cepillos cada tres meses y evitar en lo posible fumar.

Por último, hay que recordar no exagerar con el consumo de dulces, más bien, hay que tratar de tener una dieta balanceada. Utilice un hilo dental, para un mejor cuidado de nuestros dientes y evitar hacer uso de palitos mondadientes, clips, entre otros. A su vez, si no posee una dentadura completa, hay que utilizar una dentadura postiza, para su propio bienestar.

 
 

Referencia:

MIMDES. (2008). Autocuidados de la piel y anexos en las personas adultas mayores. Perú: Industrias Gráficas Ausangate S.A.C.

sábado, 4 de octubre de 2014

Cuando yo ya no pueda….


 

 
Este video nos expresa como con los pasos de los años, las cosas que hacíamos de pequeños, regresan a nuestra vida cuando nos convertimos en Adultos Mayores.  Esta historia nos muestra el mensaje de un padre para su hijo, el cual, le pide que comprenda el proceso de cambios por el cual está pasando actualmente, como es olvidarse de las cosas al repetir en varias oportunidades una misma historia, tener incontinencia, no tener ganas de asearse y  no comprender como utilizar objetos tecnológicos o términos.

Los hijos debemos de  valorar todo lo que nuestros padres han hecho y hacen por nosotros desde que somos pequeños, ya que, anteriormente, requeríamos del cuidado y protección de ellos para poder subsistir. Por ejemplo, cuando no teníamos sueño, nuestros padres no contaban un cuento repetidas veces, hasta que cerremos nuestros ojos, también, cuando no queríamos bañarnos después de un largo día de juegos, nuestros padres, nos contaban una historia, la cual, convertía la hora del baño en una aventura fantástica.    

Por ello, cuando ellos se convierten en  Adultos Mayores, requieren de nuestro cuidado, como es: ayudarlos a alimentarse, escucharlos cuando nos quieren contar una historia aunque la hayamos escuchado en repetidas oportunidades, tenerles paciencia cuando no entienden algo y si no tienen ganas de asearse, comprenderlos no molestándonos con ello, ya que al igual que nosotros, hemos pasado por lo mismo y necesitan de nosotros para continuar por el sendero de su vida.

Tenemos que agradecer a nuestros padres por todo lo que nos han dado, devolviéndoles todo nuestro cariño por ellos con nuestro cuidado y compañía, ya que al igual que ellos están pasando por una serie de cambios, de las cuales, se están adaptando poco a poco, nosotros, en un momento vamos a experimentar las mismos cambios y vamos a necesitar de nuestros seres queridos para poder continuar con nuestras vidas.
 
 
Referencia:

Kalisuqui. (10 de Junio del 2010). Reflexión por el día del Adulto Mayor: Perú. (Archivo de video). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Ra8QMNKUzZg. 

“Una enfermedad neurodegenerativa llamada Alzheimer”



La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian.  La edad avanzada es el principal factor de riesgo para sufrir esta enfermedad, aunque en una minoría de casos se puede presentar incluso en edades menores a 60 años. Entre el 2% y el 3% de los menores de 65 años muestran signos de la enfermedad, el 8% entre los mayores de 65 y hasta el 25% y el 50% en los mayores de 85 años.

Los síntomas más comunes de la enfermedad son alteraciones del estado de ánimo y de la conducta, (arrebatos de violencia...) pérdida de memoria (incluso no reconocer a familiares, etc), dificultades de orientación, problemas del lenguaje y alteraciones cognitivas. La enfermedad suele tener una duración media aproximada de 10-12 años, aunque esto puede variar mucho de un paciente a otro y ésta pasa por diferentes fases. En la inicial el enfermo mantiene todavía su autonomía pero en la intermedia y la terminal, el paciente pasa progresivamente a ser dependiente. En la actualidad no existe cura para la enfermedad, pero sí tratamientos que intentan reducir el grado de progresión de la enfermedad y sus síntomas.

Anualmente es recomendable a partir de los 60 años hacerse análisis de sangre para medir el colesterol, el azúcar y la homocisteína, y cada seis meses tomarse la tensión arterial para comprobar que sigue en los valores normales. Además del tratamiento farmacológico, existen ciertas evidencias de que la estimulación cognitiva ayuda a ralentizar la pérdida de funciones cognitivas. Esta estimulación deberá trabajar aquellas áreas que aún conserva el paciente, de forma que este entrenamiento permita compensar las pérdidas que el paciente está sufriendo con la enfermedad.  Si bien es un mal progresivo e irreversible, según los expertos, es posible retrasar su aparición llevando unos hábitos de vida saludables:

- Una dieta equilibrada: la obesidad no es precisamente un aliado contra el Alzheimer; el sobrepeso, la hipertensión, el colesterol o la diabetes son factores de riesgo que pueden acabar acarreando Alzheimer.

- Practicar ejercicio tanto físico como mental: mantenerse en buena forma física y practicar algo de ejercicio diariamente puede llegar a reducir a la mitad el riesgo de demencia. Además, mantener la mente ágil es fácil si la ejercitas durante al menos 40 minutos al día. Puedes hacer crucigramas, leer, escribir, aprender algo nuevo...

- Llevar una vida social plena: llevar unos hábitos saludables, cuando se hace en pequeños grupos es más sencillo, porque se mantiene una mayor motivación.

Por ejemplo, jugar a las cartas no sólo te hará pasar el rato; es otra manera más de ejercitar la mente, controlar el estrés y no sentirse aislado.


- Por ello, es recomendable visitar a un médico esporádicamente para saber cómo se encuentra su salud física como mental actualmente, como también, consumir una dieta balanceada, rica en proteínas y minerales, realizar ejercicios, como es caminar por un parque cercano a nuestras casas, mantenernos en contacto con nuestros familiares y amistades más cercanas, como también, ejercitar nuestra mente, como es jugar a las cartas, ya que dichos consejos, contribuyen a retrasar la aparición de dicha enfermedad. El doctor Martínez Lage opina que el alzheimer hay que entenderlo como el resultado de nuestra interacción con el ambiente y el estilo de vida que hayamos seguido.

 


Referencia:

Portal de la tercera edad en internet. (2014). El Alzheimer. España: Datacom Multimedia, S.A.  Recuperado el 04 de Octubre desde http://www.tercera-edad.org/salud/alzheimer.asp

Integración social y habilidades funcionales en adultos mayores


 
Este estudio tiene como objetivo identificar la relación entre las variables: habilidades funcionales e integración social en una población adulta mayor, como también, conocer si existen diferencias en función del género, edad, estado civil de los participantes. Los resultados que se obtuvieron en dicho estudio, muestran diferencias significativas en la integración social en función del estado civil, siendo mayor en los adultos mayores solteros y viudos. Asimismo, se concluyó que la autonomía y las habilidades funcionales de este grupo etario, se encuentran estrechamente vinculadas con la frecuencia en que dichas personas realizan actividades físicas, como también, de integración social en la sociedad en la cual se desenvuelven. Por ello, se  le da importancia  a realizar las actividades descritas anteriormente, para que así, disfruten de una adecuada calidad de vida y se retrasen los cambios biopsicosociales que pueden adquirir los adultos mayores.

La adultez mayor es considerada como un periodo en el que la persona experimenta numerosos cambios, que si bien dependen del estilo de vida, y del sistema social y familiar, influyen continuamente en las diversas áreas de funcionamiento (Popolo, 2001). En algunos contextos, la adultez mayor se ha relacionado a la pérdida constante de capacidades, principalmente relacionadas con el aspecto físico; en estos casos, los estereotipos de la cultura occidental frente al envejecimiento han llevado a que las personas experimenten cierto temor frente a la llegada de esta etapa de desarrollo, que puede traer como consecuencia un aislamiento social. Por consiguiente,  se brinda importancia a la  existencia de los sistemas de apoyo social, familiar y de la salud (Ocampo, 2004).

Las personas a medida que van pasando los años, sufrimos una serie de cambios tanto internos como externos, los cuales, al llegar a la etapa de adultez mayor, se va a presentar una disminución en el funcionamiento adecuado de nuestros órganos, lo cual trae consigo, que dicho grupo etario se vuelva más vulnerable a contraer enfermedades, como también, van a presentar mayor dificultad para realizar sus actividades básicas de la vida diaria como bañarse, cambiarse, alimentarse, lavarse y para enfrentar las demandas del ambiente, lo cual les dificulta tener una vida independiente.

Si se origina una pérdida de las habilidades funcionales normales, la persona, los roles y tareas definidos socialmente se ven afectados, y el nivel de socialización del adulto tiende a disminuir (Ocampo, 2004). Es allí donde aparece el concepto de discapacidad, definido por Bejarano (2005) como un estado en el que se encuentran las personas que, por razones ligadas a la pérdida de capacidad física o intelectual, requieren de la asistencia o ayuda para realizar actividades de la vida diaria. Tal situación lleva a que aumente la dependencia de otros y ocasiona sentimientos de frustración, inutilidad y tristeza por la pérdida de control sobre la vida propia.

Por ello, la disminución en la capacidad funcional se afronta de manera más positiva cuando el adulto mayor cuenta con un entorno ambiental seguro, vínculos familiares, un ingreso económico estable y acceso a la atención en salud (Pérez & García, 2003).

Otro aspecto importante, y con el cual existe una fuerte relación, es el nivel de socialización que tenga el adulto mayor. La participación que tengan en los sistemas sociales tiende a disminuir en esta etapa, reforzando la marginación social y ocasionando la pérdida de satisfacción proveniente de este sistema. De esta manera, el proceso de socialización se ve afectado en esta etapa por la disminución inicial del contacto con familiares y amistades, relacionada con las limitaciones que aparecen a nivel de salud y que pueden perjudicar el contacto con otros.  Por consiguiente, es esencial fomentar en los familiares que convivan o mantengan cercanía con un adulto mayor, que los visiten, les hagan saber que se preocupan por su salud, como también,  les brinden afecto, para que así, no se sientan solos y en el caso de que presenten alguna enfermedad, demostrarles su cariño hacia ellos, pasando momentos agradables junto a ellos y buscando la ayuda de personas especializadas en el caso.
 
 

 

Referencia:

Duran, D; Orbegoz, L; Uribe, A & Uribe, J. (2008). Integración social y habilidades funcionales en adultos mayores. Colombia & España: Periódicos Electrónicos en Psicología. Recuperado el 04 de Octubre del 2014 desde http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S1657-92672008000100019&script=sci_arttext.