viernes, 24 de octubre de 2014

Productividad creatividad en la Adultez Mayor


En un examen matemático altamente sofisticado de la vida de diez de los compositores más famosos, se encontró que la productividad creativa alcanzaba su máxima potencia entre  las edades de 45 y 49 años. Dicha productividad se encuentra vinculada con la edad en lo que se denominó  “una curva J invertida al revés” en lugar en “U invertida” que esperaban los investigadores.

Ello significa que la productividad alcanzo un máximo y después cayo, pero el descenso fue menor si se compara con el ascenso inicial.  Esta relación se mantenía incluso cuando se controlaba en los resultados la variable de la enfermedad física. Es decir, la enfermedad, que es más proclive de presentarse en los últimos años de vida, no explica globalmente la disminución de la productividad creativa en los últimos años.

Algunos autores expresan que la productividad en la etapa de la adultez mayor puede estar más vinculada, con lo que la sociedad en la que vivimos, nos permita continuar ejecutando un trabajo productivo, el cual nos guste realizarlo y nos haga sentir bien como personas, que con el hecho de que exista una prohibición práctica de la participación profesional de los científicos adultos mayores, como es el caso de muchos contextos europeos.

Sin embargo, algunas personas adultas mayores se las arreglan para tener sus propias oportunidades. Hay un estudio de los arquitectos americanos, sugería que los profesionales que seguían dicha profesión después de los 65 años, se caracterizaban  por su compromiso y motivación, sus habilidades sobreaprendidas, su sensibilidad estética, su capacidad para poder vender y para delegar responsabilidades a los demás.  A su vez, los  académicos adultos mayores, expresan su generatividad, simplificando el camino de sus estudiantes y sirviendo como mentores de la siguiente generación de científicos.

 


Referencia:
Schaie, W & Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON PRENTICE HALL.

Padres que envejecen.....


Existe el mito de que la relación del hijo adulto  con sus padres se torna muy complicada conforme los padres van envejeciendo y se vuelven cada vez más dependientes de ellos, lo cual, produce que la dependencia que los hijos tenían anteriormente con sus padres, puesto que cuando eran pequeños requerían  de su cuidado y protección, en el momento en que el padre se encuentra en la etapa de la adultez mayor,  este cuidado se invierte, ya que, ahora es el padre adulto mayor el que  necesita de la ayuda de sus hijos para poder adaptarse a los cambios que ha sufrido su cuerpo debido al proceso de envejecimiento normal. Sin embargo, dicho caso, es solo para una minoría de familias.

Cuidar a los padres adultos mayores, se ha convirtiendo en un tema de interés general recientemente, ello se debe  a los cambios demográficos tales como el aumento de la expectativa de vida.  Al vivir más tiempo, los padres adultos mayores, tienen más probabilidad de ser dependientes de sus hijos de una edad media ya que requieren que los cuiden, como también, si sufren de una enfermedad que los imposibilite a desarrollarse adecuadamente en el día a día, dicho cuidado se debe de brindar en periodos más prolongados.

Por ello, surge una interrogante ante dicho tema, el cual, se basa en quien cuida a los adultos mayores, cuando requieren de un mayor cuidado.  En el caso de que el adulto mayor se encuentre casado, se puede recurrir a la ayuda de una persona especializada, como también, de su esposo (sa). Sin embargo, hay que recordar que la mayoría de las adultas mayores son viudas o están solas, de modo que, requieren del cuidado de una persona especializada en el tema.

A pesar de la ayuda de personas especializadas,  la tarea de cuidar  a los padres adultos mayores recae sobre los hijos adultos y sobre todo de las hijas. Cantor (1998) ha documentado lo que ha denominado como el sistema de apoyo “jerárquico compensatorio”. Dicho sistema se refiere a que el apoyo del adulto mayor se activa mediante un orden, desde las relaciones más estrechas e íntimas hacia las más distantes.


 

Referencia:

Schaie, W & Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON PRENTICE HALL.

¿Qué es ser padre durante la madurez?


Se dice que cuando una familia tiene hijos pequeños,  la vida de los padres se encuentran moldeadas por un “imperativo paternal”.  A su vez, los padres pueden apaciguar aspectos del yo que interfieren con el tiempo y los recursos tanto económicos, como psicológicos  considerables que requieren el cuidado, como también, la socialización de sus hijos. Sin embargo, se explica que cuando los hijos crecen, y se vuelven independientes, el papel de la paternidad parece no tener importancia. Se han sugerido dos perspectivas que difieren entre ellas en cuanto a los efectos de la reducción de las responsabilidades de la paternidad.

Una de ellas, caracteriza la “madurez”, sobre todo en el caso de las mujeres, como personas deprimidas y solitarias, sufriendo así, el síndrome del “nido vacío”, el cual se basa, en que cuando un padre ha sido muy preocupado con sus hijos, brindándoles todo su amor y protección, llegado el momento de su madurez y por ello, su partida hacia una nueva etapa, los padres sufren la ausencia de sus hijos, producto de su vínculo afectivo con ellos.  La otra perspectiva ofrece la visión de que los padres experimentan un nuevo sentido de la libertad y de sus responsabilidades de realización, en el momento en que sus hijos parten de su hogar.  Asimismo, ambas perspectivas nos muestran formas de culminación del papel de padre durante la madurez.

Recientemente, se ha discutido el tema acerca de que si los adultos alcanzan una vez el estado de “padre honorifico”, el cual, sugiere la perspectiva del nido vacío.  Más bien, para una gran cantidad de adultos, la etapa de  paternidad dura toda la vida, sin embargo, lo que cambia a menudo durante la madurez, son los requisitos conductuales de la paternidad y la naturaleza de la relación  que mantienen con sus hijos que poco a poco van creciendo.

Por consiguiente, el papel de la paternidad quizá difiera según el tipo de padre que sea en la naturaleza temprana o tardía.  Muchos padres durante la madurez temprana, tienen hijos adolescentes que se encuentran en el proceso de convertirse físicamente en personas maduras, socialmente activos y psicológicamente autónomos. Dicho desarrollo en los adolescentes se ha vinculado con un distanciamiento en la relación padres- hijos.

 


Referencia:

Schaie, W & Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON PRENTICE HALL.