viernes, 24 de octubre de 2014

Padres que envejecen.....


Existe el mito de que la relación del hijo adulto  con sus padres se torna muy complicada conforme los padres van envejeciendo y se vuelven cada vez más dependientes de ellos, lo cual, produce que la dependencia que los hijos tenían anteriormente con sus padres, puesto que cuando eran pequeños requerían  de su cuidado y protección, en el momento en que el padre se encuentra en la etapa de la adultez mayor,  este cuidado se invierte, ya que, ahora es el padre adulto mayor el que  necesita de la ayuda de sus hijos para poder adaptarse a los cambios que ha sufrido su cuerpo debido al proceso de envejecimiento normal. Sin embargo, dicho caso, es solo para una minoría de familias.

Cuidar a los padres adultos mayores, se ha convirtiendo en un tema de interés general recientemente, ello se debe  a los cambios demográficos tales como el aumento de la expectativa de vida.  Al vivir más tiempo, los padres adultos mayores, tienen más probabilidad de ser dependientes de sus hijos de una edad media ya que requieren que los cuiden, como también, si sufren de una enfermedad que los imposibilite a desarrollarse adecuadamente en el día a día, dicho cuidado se debe de brindar en periodos más prolongados.

Por ello, surge una interrogante ante dicho tema, el cual, se basa en quien cuida a los adultos mayores, cuando requieren de un mayor cuidado.  En el caso de que el adulto mayor se encuentre casado, se puede recurrir a la ayuda de una persona especializada, como también, de su esposo (sa). Sin embargo, hay que recordar que la mayoría de las adultas mayores son viudas o están solas, de modo que, requieren del cuidado de una persona especializada en el tema.

A pesar de la ayuda de personas especializadas,  la tarea de cuidar  a los padres adultos mayores recae sobre los hijos adultos y sobre todo de las hijas. Cantor (1998) ha documentado lo que ha denominado como el sistema de apoyo “jerárquico compensatorio”. Dicho sistema se refiere a que el apoyo del adulto mayor se activa mediante un orden, desde las relaciones más estrechas e íntimas hacia las más distantes.


 

Referencia:

Schaie, W & Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON PRENTICE HALL.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario