Existe
el mito de que la relación del hijo adulto
con sus padres se torna muy complicada conforme los padres van
envejeciendo y se vuelven cada vez más dependientes de ellos, lo cual, produce
que la dependencia que los hijos tenían anteriormente con sus padres, puesto que
cuando eran pequeños requerían de su
cuidado y protección, en el momento en que el padre se encuentra en la etapa de
la adultez mayor, este cuidado se
invierte, ya que, ahora es el padre adulto mayor el que necesita de la ayuda de sus hijos para poder
adaptarse a los cambios que ha sufrido su cuerpo debido al proceso de
envejecimiento normal. Sin embargo, dicho caso, es solo para una minoría de
familias.
Cuidar
a los padres adultos mayores, se ha convirtiendo en un tema de interés general
recientemente, ello se debe a los
cambios demográficos tales como el aumento de la expectativa de vida. Al vivir más tiempo, los padres adultos
mayores, tienen más probabilidad de ser dependientes de sus hijos de una edad
media ya que requieren que los cuiden, como también, si sufren de una
enfermedad que los imposibilite a desarrollarse adecuadamente en el día a día,
dicho cuidado se debe de brindar en periodos más prolongados.
Por
ello, surge una interrogante ante dicho tema, el cual, se basa en quien cuida a
los adultos mayores, cuando requieren de un mayor cuidado. En el caso de que el adulto mayor se
encuentre casado, se puede recurrir a la ayuda de una persona especializada,
como también, de su esposo (sa). Sin embargo, hay que recordar que la mayoría
de las adultas mayores son viudas o están solas, de modo que, requieren del
cuidado de una persona especializada en el tema.
A
pesar de la ayuda de personas especializadas,
la tarea de cuidar a los padres
adultos mayores recae sobre los hijos adultos y sobre todo de las hijas. Cantor
(1998) ha documentado lo que ha denominado como el sistema de apoyo “jerárquico
compensatorio”. Dicho sistema se refiere a que el apoyo del adulto mayor se
activa mediante un orden, desde las relaciones más estrechas e íntimas hacia
las más distantes.
Referencia:
Schaie, W
& Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la
Vejez. España:
PEARSON PRENTICE HALL.
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