Junto
con la dependencia económica, la dependencia física es un temor del que muchas
veces no son conscientes la mayoría de los adultos mayores. Los casos en que la
dependencia física es grave, son relativamente
escasos. La mayoría de las
personas de dicho grupo etario necesitan depender de los demás sólo un poco más
que cuando estaban más jóvenes, puesto que, muchas veces requieren ser
movilizados en un automóvil, que los ayuden a vestirse, alimentarse, bañarse,
es decir, que estén a su lado para satisfacer sus necesidades básicas. A su vez, cuando requieren esos tipos de
ayuda, generalmente les piden a sus familiares, ya que ellos les brindarán su
apoyo para que estén bien tanto física como mentalmente.
Muchas
de las enfermedades que podrían provocar que los adultos mayores se conviertan
dependientes de los demás se podrían
solucionar con dispositivos como lentes de medida o con técnicas compensatorias
como pagar a una empresa de mudanza.
Está surgiendo una nueva disciplina llamada “gerotecnología”, la cual
intenta abarcar los factores implicados en el uso efectivo de la tecnología
moderna para proporcionar ayudas ambientales y rehabilitación a los adultos
mayores físicamente enfermos.
Los
cambios físicos en el funcionamiento desde los setenta hasta los ochenta años,
para la mayoría de las personas de dicho grupo etario, son menos graves de lo
que se podría esperar. En esta década,
se pueden observar pocos o ningún declive en las funciones sociales y
económicas, como también, sólo hay un declive moderado en las funciones
mentales, físicas y de actividades de la vida diaria. Sin embargo, una deficiencia en un tipo de
función durante la adultez mayor temprana, predice mayores declives en otras
funciones conforme van pasando los años.
Cabe recalcar, que las personas que se encuentran más susceptibles a
tener un deterioro en la adultez mayor, son los que tienen un bajo nivel educativo, las personas que tienen
baja economía y los que viven solos.
Aunque
los adultos mayores necesitan sentirse autónomos tanto física como
económicamente, ello no implica que les agrade estar solos. Sin embargo, es muy probable que ellos se
queden solos. Asimismo, las personas de
dicho grupo etario que tienen ascendencia china o japonesa que viven actualmente en Estados
Unidos es más probable que vivan con sus
hijos que las personas que de origen anglosajón, lo cual sugiere que el cambio
de hogares es particularmente resistente a la aculturización y modernización.
Como también, otros autores expresan que
la disposición diferente de los hogares de las minorías de adultos mayores se
puede explicar por medio de patrones diferentes de estado civil y expectativas
de vida.