domingo, 19 de octubre de 2014

Malos tratos con los adultos mayores


Actualmente se habla de una manera no tan abierta, acerca de los malos tratos que sufren los adultos mayores ya sea, por parte, de sus hijos, enfermeras, vecinos, entre otros. Afortunadamente hoy en día, este hecho se ha comenzado a reconocer en el contexto científico internacional, y se admite que los adultos mayores también constituyen una población susceptible de recibir malos tratos y este fenómeno se considera como un gran problema social.

A la mayoría de las personas todavía les es difícil comprender que este hecho pueda ocurrir, porque consideran que solo se da en instituciones, como también,  les parece inimaginable que las personas mayores puedan ser maltratadas en sus propios hogares. Gradualmente se viene reconociendo que las personas adultas mayores están sufriendo abandono y/o malos tratos en sus propios hogares o en los hogares de familiares cercanos a ellos, por ello, se debe de tomar conciencia acerca de este tema y no creer que en el mundo no se da con tanta frecuencia este tipo de hechos y que los adultos mayores, no sufren de maltratos por parte de otras personas e inclusive muchas veces, sufren en silencio, para no preocupar a sus hijos u otros familiares cercanos.

Asimismo, en la actualidad se piensa que los agresores hacia dicho grupo etario tienen una patología, sin embargo, en las últimas investigaciones sobre el caso, apuntan hacia la idea de considerar cada vez más al agresor como un individuo no tan desviado hacia la norma. En oposición a dicho postulado, existen investigaciones que indican que las personas que agreden a los adultos mayores, pueden presentar psicopatologías más graves que los agresores de otros colectivos.

Hoy en día también se rechaza  la creencia de culpar sólo a la persona adulta mayor de su situación de maltrato y/o abandono que sufre, y se están concentrado las acciones en hacer responsable al agresor de sus propias acciones, a pesar de que no existan programas dirigidos para aquellos que maltratan a dicho grupo etario, ni tampoco se hayan desarrollado teorías terapéuticas a este respecto, de lo cual, se debe de tener en consideración para poder ayudar a las personas víctimas de maltratos, para que no se queden callados y puedan desarrollarse adecuadamente en la sociedad a la que pertenecen.  
 
 

 

Referencia:
Muñoz, J. (2002). Psicología del envejecimiento. Madrid: Ediciones Pirámide.

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