La adultez mayor es
considerada como un periodo en el que la persona experimenta numerosos cambios,
que si bien dependen del estilo de vida, y del sistema social y familiar,
influyen continuamente en las diversas áreas de funcionamiento (Popolo, 2001).
En algunos contextos, la adultez mayor se ha relacionado a la pérdida constante
de capacidades, principalmente relacionadas con el aspecto físico; en estos
casos, los estereotipos de la cultura occidental frente al envejecimiento han
llevado a que las personas experimenten cierto temor frente a la llegada de
esta etapa de desarrollo, que puede traer como consecuencia un aislamiento
social. Por consiguiente, se brinda
importancia a la existencia de los
sistemas de apoyo social, familiar y de la salud (Ocampo, 2004).
Las personas a medida que van
pasando los años, sufrimos una serie de cambios tanto internos como externos,
los cuales, al llegar a la etapa de adultez mayor, se va a presentar una
disminución en el funcionamiento adecuado de nuestros órganos, lo cual trae
consigo, que dicho grupo etario se vuelva más vulnerable a contraer
enfermedades, como también, van a presentar mayor dificultad para realizar sus
actividades básicas de la vida diaria como bañarse, cambiarse, alimentarse,
lavarse y para enfrentar las demandas del ambiente, lo cual les dificulta tener
una vida independiente.
Si
se origina una pérdida de las habilidades funcionales normales, la persona, los
roles y tareas definidos socialmente se ven afectados, y el nivel de
socialización del adulto tiende a disminuir (Ocampo, 2004). Es allí donde
aparece el concepto de discapacidad, definido por Bejarano (2005) como un
estado en el que se encuentran las personas que, por razones ligadas a la
pérdida de capacidad física o intelectual, requieren de la asistencia o ayuda
para realizar actividades de la vida diaria. Tal situación lleva a que aumente
la dependencia de otros y ocasiona sentimientos de frustración, inutilidad y
tristeza por la pérdida de control sobre la vida propia.
Por
ello, la disminución en la capacidad funcional se afronta de manera más positiva
cuando el adulto mayor cuenta con un entorno ambiental seguro, vínculos
familiares, un ingreso económico estable y acceso a la atención en salud (Pérez
& García, 2003).
Otro
aspecto importante, y con el cual existe una fuerte relación, es el nivel de
socialización que tenga el adulto mayor. La participación que tengan en los
sistemas sociales tiende a disminuir en esta etapa, reforzando la marginación
social y ocasionando la pérdida de satisfacción proveniente de este sistema. De
esta manera, el proceso de socialización se ve afectado en esta etapa por la
disminución inicial del contacto con familiares y amistades, relacionada con
las limitaciones que aparecen a nivel de salud y que pueden perjudicar el
contacto con otros. Por consiguiente, es
esencial fomentar en los familiares que convivan o mantengan cercanía con un
adulto mayor, que los visiten, les hagan saber que se preocupan por su salud,
como también, les brinden afecto, para
que así, no se sientan solos y en el caso de que presenten alguna enfermedad,
demostrarles su cariño hacia ellos, pasando momentos agradables junto a ellos y
buscando la ayuda de personas especializadas en el caso.
Referencia:
Duran,
D; Orbegoz, L; Uribe, A & Uribe, J. (2008). Integración social y
habilidades funcionales en adultos mayores. Colombia & España: Periódicos Electrónicos en Psicología. Recuperado
el 04 de Octubre del 2014 desde http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S1657-92672008000100019&script=sci_arttext.
Ser adulto mayor implica, perder algunas capacidades para realizar diversas tareas, pero es algo normal, lo adecuado es cambiar la creencia de que al no poder hacer la misma cantidad de actividades que hacían cuando eran jovenes, significa que ya su vida esta en decadencia, es bueno que los adultos mayores, se enfoquen en ciertas actividades que aun pueden realizar y tratar de tener un mejor desempeño en realizar la actividad.
ResponderBorrarGracias por tu comentario Eduardo! Realmente las personas perdemos a medida que pasan los años, la capacidad de realizar diversas actividades y producto de ello, la efectividad con la que las hacíamos de mas jóvenes, lo cual puede producir en ellos una posible depresión, dependiendo de su personalidad y la perspectiva que tienen de la vida. Sin embargo, ello no es un impedimento para continuar con sus vidas y poder adaptarse a los cambios que experimentan día a día, mantener los vínculos sociales con las personas que nos rodean y es importante el apoyo que les dan los familiares, puesto que es un factor importante al momento de transmitirles a los adultos mayores, la fuerza necesaria para continuar con su vida.
BorrarMe parece interesante, puesto que siempre existen los mitos y las categorizaciones de que el adulto mayor resulta ser un "inútil social", sin embargo esto no es así, puesto que el adulto mayor puede realizar, de acuerdo a sus capacidades, diversas actividades en las cuales pueda también participar con personas de su misma edad y características.
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