domingo, 23 de noviembre de 2014

“Diseños de investigación en Psicología”



-La psicología del desarrollo adulto utiliza los mismos datos, obtenidos por los mismos procedimientos que utilizan otros campos de la psicología. El experimento, el estudio correlacional, el uso de metodologías de encuestas se usan en dicha área como en otras.  A su vez, como sucede en otras áreas de la psicología, los investigadores de este campo a menudo vivencian problemas para hallar un “grupo de control” idóneo, el cual  pueda  ser comparado con el  grupo experimental, como también, se manifiestan dificultades para generalizar los resultados obtenidos más allá de los individuos particulares que  han observado y se preocupan en que los requisitos estadísticos sean cumplidos.

-Asimismo, además de dichas preocupaciones, las ciencias que se dedican al desarrollo no solo describen los fenómenos observados en el ambiente, sino, le brindan importancia a los cambios que subyacen en las personas a medida que pasan los años.  Para realizar investigaciones se utilizan tres tipos de diseños, los cuales son, los diseños transversales, longitudinales y retrospectivos.   En los estudios transversales y longitudinales, se basan en temas como “Cambio de edad”, los cuales  son los cambios que experimentan las personas a medida que pasan los años. Por ejemplo, una persona que tiene 60 años va a  tener sus reacciones un poco más lentas que cuando tenía 25 años de edad, como también, se utiliza un término llamado “Diferencia de edad”, en el cual se comparan a personas que tienen diferentes edades.  Por ejemplo, la persona descrita anteriormente de 60 años, puede que tenga reacciones más lentas que la persona de 25 años.

La diferencia entre un diseño transversal con un diseño longitudinal radica en que el primer diseño, puede ejecutarse en un día, mientras que el segundo puede durar muchos años y es más costoso.  A su vez, es necesario tener en cuenta la “cohorte” que se está estudiando en la investigación, es decir, las personas que han nacido en el mismo año o intervalo de años. Cabe recalcar,  que es similar al término “generación”, ya que se utiliza para distinguir a las personas por el momento de nacimiento. Hay que recordar que los individuos  de un diseño longitudinal: pertenecen a una misma cohorte y que los individuos que forman parte de una investigación con  un diseño transversal pertenecen a cohortes distintas.

Los estudios longitudinales  a menudo demuestran que los individuos que se estudian a lo largo de toda  su vida laboral casi siempre aumentan sus ganancias hasta el momento de su jubilación.  En cambio, los estudios transversales llevan a engaños ya que cada nueva cohorte gana más en cada estudio de la vida que las cohortes precedentes.  Por otro lado, Los estudios longitudinales observan a los miembros de la misma cohorte en dos o más momentos temporales.  Los datos que se generan son “cambios con la edad” y su interpretación no se encuentra sesgada ya que no hay diferencias entre cohortes.  Sin embargo a pesar de tener ventajas, también presentan limitaciones y el menor de ellos no es el gran gasto en tiempo y dinero necesario para llevar a cabo una investigación longitudinal correctamente diseñada.

 
Por último, Diseño retrospectivo  o también llamado “time-lag design”, implica la observación de personas de la misma edad en momentos diferentes. Por ejemplo se puede comparar a personas jóvenes de los años 1930 con personas jóvenes de estos años y escuchar cuáles son sus perspectivas acerca de la vida sexual y con las respuestas obtenidas, se pueden comparar los datos para conocer si difieren sus modos de pensar de las  personas jóvenes de diferentes épocas.  (Estudiar diferencias entre generaciones)

 



Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN.

Dificultades de muestreo en una investigación sobre el desarrollo adulto y el envejecimiento:




-Una dificultad importante que se manifiesta en la investigación sobre  el desarrollo adulto y el envejecimiento, es la dificultad de seleccionar y mantener a grupos apropiados de sujetos, ya que se asume, que los sujetos son una muestra de la población a estudiar, la cual debe de ser representativa para así poder generalizar los resultados y se eviten sesgos. Aquellos que realizan encuestas de opinión necesariamente requieren muestras representativas, puesto que desean generalizar a grupos mayores e inclusive a la población entera de un País. 

-A su vez, en los estudios sobre el desarrollo adulto, las personas que poseen un mayor ingreso, más educación, como también, mejores trabajos se incluyen con más frecuencia en las muestras que los individuos que se ubican en una condición económica más baja.  Una razón es que las personas que tienen una buena economía son más fáciles de ubicar puesto que suelen pertenecer a organizaciones y asociaciones, como también, es más sencillo  que se les pueda persuadir para participar en la investigación (confían más en la investigación y se sienten más orgullosos de sí mismos y de sus vidas).

-Se han realizado mayores estudios a los hombres a comparación de las mujeres durante su juventud y madurez, mientras que sucede lo contraria en la etapa de la adultez mayor. Asimismo, los investigadores que realizan estudios longitudinales,  encuentran problemas particulares de muestreo, ya que no solo necesitan encontrar una muestra representativa de la población a medir, sino que deben de mantener dicha muestra hasta el final de la investigación, lo cual es complicado ya que muchos de los participantes viajan, se pueden enfermar o deciden alejarse de la investigación.  Dicha disminución de los participantes, produce que la muestra ya no sea representativa.

-El muestreo también afecta a los estudios que examinan la interrelación de distintos atributos y constructos psicológicos. Si la muestra es muy homogénea, puede ser complicado, por ejemplo, demostrar una fuerte relación que podría aparecer si se hubiera usado una muestra más heterogénea. A su  vez, en los estudios longitudinales, resulta especialmente importante representar una amplia variedad de condiciones genéticas y ambientales distintas para poder examinar un espectro amplio de patrones diferentes de edad.





Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN.

“Estudios experimentales del desarrollo adulto”


No es posible llevar a cabo verdaderos experimentos para evaluar el proceso  de envejecimiento porque no se puede asignar a los evaluados de forma aleatoria   a niveles diferentes de edad.  No obstante, algunos diseños experimentales,  más propiamente denominados “cuasi-experimentos”, pueden brindar datos interesantes y hacen posible que se puedan examinar explicaciones alternativas para una serie de fenómenos de envejecimiento, dando por supuesto  que se tiene que considerar que pueden dar esos estudios y que cosas no.

Una de las maneras de identificar los procesos que se opina que están implicados en los cambios de la conducta con la edad es realizar un estudio con dos grupos de sujetos de edades diferentes que se equiparan en diversas variables demográficas como sea posible.  Después de ello, se evalúa la ejecución de los miembros del grupo joven y del mayor en alguna conducta, como por ejemplo, clasificar una serie de objetos en categorías.

Hay un diseño  llamado “pretest-postest” con grupo de control no equivalente, el cual explica que  en el caso de que las personas jóvenes puntúen más alto como media. Entonces se introduce una manipulación diseñada para mejorar la ejecución.  De repente, se les enseña a todos los participantes estrategias que los ayude a identificar varios aspectos de los objetos que les serviría de utilidad para poder clasificar de una manera adecuada dichos objetos.  Asimismo, después de la ayuda, se les vuelve a evaluar a todos los participantes para saber si es que hay una mejora diferencial con la edad.

Un efecto crítico en la experimentación comparativa es la interacción del tratamiento con la edad, por ejemplo.  Es por ello, que si se puede demostrar los efectos diferenciales con la edad de una intervención, entonces se puede afirmar que se ha detectado un factor que explica la diferencia en la conducta con la edad.

 

 

Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN.

sábado, 22 de noviembre de 2014

“Bondades de la Psicoterapia en Adultos Mayores”


Las tareas evolutivas a la que una persona se enfrenta durante la etapa de la juventud, ya sea, elegir cuál es la carrera a la que  me voy a dedicar toda mi vida, como también, elegir a la persona con la que quiero compartir un vínculo afectivo, son diferentes a las tareas que se realizan durante la adultez, como son las aspiraciones profesionales que queremos lograr, adaptarse a los cambios de los hijos, los cuales crecen constantemente y comprender a nuestros padres que con el paso de los años, experimentan el proceso del envejecimiento normal . A su vez, durante la adultez mayor, las tareas se tornan diferentes, puesto que ahora es necesario adaptarse a una serie de cambios en nuestras vidas, como es la jubilación, el fallecimiento de familiares cercanos y la disminución de las capacidades físicas.

Debido a que las tareas difieran de acuerdo a la etapa en la que nos encontramos, los objetivos de la psicoterapia varían también.  Por otro lado, los adultos jóvenes, más que las personas de mediana edad y  los adultos mayores, se encuentran en una situación de desarrollar su carácter o reconstruir su personalidad, lo cual le va a permitir adaptarse a la sociedad a la que pertenece, como también, si se le presentan obstáculos en la vida, en el caso de que su personalidad se encuentre bien constituida, ello va a impedir que se derrumbe, para que así,  continúe con su vida normalmente.  Dichas personas están en el estadio final de la crisis de  identidad y es por ello, que se ven casos en las que personas de 25 o 30 años de edad, aún experimentan dudas acerca de sus actitudes y de  su escala de valores más básicos. 

En el caso de las psicoterapias que  se realizan con personas que se encuentran en la etapa de la madurez, puede que se centre en las transiciones, proporcionando apoyo emocional durante un cambio de trabajo, que puede deberse a problemas personales como ambientales o como también, puede ser de pareja. Es por ello, que se les brinda información sobre cómo se puede hacer para que la transición que experimentan resulte de manera eficaz y con el mínimo estrés. Asimismo,  cuando la psicoterapia va dirigida a un adulto mayor, las cosas cambian debido a una serie de problemas especiales e inclusive se piensa que tres razones las cuales explican por qué una persona adulta mayor en algunas oportunidades no podrían  beneficiarse de la psicoterapia.

Dichas razones, las cuales fueron formuladas por el psicoanalista Sigmund Freud, explican que los adultos mayores tienen una menor elasticidad mental y que probablemente, poseen menos capacidad para para cambiar. A su vez,  se dice que  han acumulado una variedad de experiencias, las cuales pueden interferir en el trabajo del terapeuta y también que dan menos importancia a la salud mental que las personas que son jóvenes.  No obstante, se ha llevado a cabo de una terapia con individuos de dicho grupo etario y algunas concepciones acerca de sus resultados han evolucionado.  Por ende, debido a que los problemas que se suscitan en la adultez mayor son de carácter biopsicosocial, la terapia de grupo parece ser el tratamiento de la elección para solucionar los aislamientos sociales, los sentimientos de inadecuación y también, el sentido de anonimato que surgen bajo el estatus del adulto mayor en una sociedad orientada a las personas jóvenes. (Tross y Blum, 1988, de Schaie y Willis, 2013).
 
 

Referencia:
Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN

¡Transmitiendo valores para convivir en armonía!


La relación entre los abuelos y los nietos, es decir, los vínculos entre la primera con la segunda generación, es especialmente interesante para conocer cómo es que se transmiten los valores aprendidos anteriormente y las tradiciones sociales.  A su vez, son los padres los que esencialmente les enseñan  a socializar de una manera adecuada a sus hijos. Es por ello,  inevitable que debido a esta enseñanza surjan  conflictos cuando los hijos no se encuentran de acuerdo con las normas que los padres les han impuesto a aceptar, como parte de un estilo de vida.

En estos casos, son los abuelos quienes forman parte de dicho conflicto al no estar de acuerdo con el modo de enseñanza de los padres o por el contrario, con la conducta de su nieto (a), sin embargo, ellos pueden mantenerse a margen si opinan que es lo más favorable.  Asimismo, dichas personas pueden ser un factor influenciable para sus nietos de un modo,  el cual resultaría dificultoso para ser ejecutado por los padres.  Como los nietos carecen de la necesidad de rebelarse ante sus abuelos, ven en ellos una fuente de transmisión de valores y costumbres, las cuales, los ayudarán a adaptarse a la sociedad  a la que pertenecen.

Los abuelos y los nietos, suelen hacer acuerdos para así evitar conflictos entre ellos. Ambas partes evitan los aspectos más delicados, creando de esa manera lo que un investigador  (Hagestad, 1985, de Schaie y Willis, 2003) denominó “zonas desmilitarizadas”, lo cual aumenta su influencia en aspectos menos delicados, es decir, son cuestiones que la generación joven considera como un aporte de las personas de su misma edad, como también, son un aspecto  que forma parte de su identidad personal.

Asimismo, en comparación a los abuelos, los padres carecen del beneficio de poder evitar los aspectos más delicados de la educación de sus hijos. Los padres son los que tienen la responsabilidad de brindarles una educación idónea a sus hijos y la mayoría de dichas personas piensan que ello es más esencial cuando se percatan que sus hijos no se encuentran  en  el camino correcto.  Es por ello, que en las diferencias entre las generaciones que se observan en una familia, en la relación padre- hijo pueden surgir una serie de conflictos debido a sus diversas formas de pensar.

 


Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN.

“Alcanzando una alta posición en la adultez mayor”


En algunas sociedades esquimales, los miembros de dicha sociedad llevan una vida complicada debido al entorno que apenas le proporciona una protección necesaria para el mantenimiento básico de sus pequeñas familias aisladas.  Sin embargo, cuando uno de sus miembros alcanza una edad en la que  según su perspectiva cree que no puede contribuir al bienestar de su familia, se dirige al exterior para morir en la nieve. A su vez, hay un caso donde una mujer adulta decide ir al exterior ya que siente que con la llegada del nuevo integrante en la familia, el cual es su nieto, es preferible que se aparte de su lado para  que así, los alimentos que ella consumía sean traspasados al bebe y por ello, haya una persona menos que alimentar.

Asimismo, los padres del niño, nunca habían visto un bebe y creían que al ser tan indefenso, no iba a poder sobrevivir a la comunidad. Por ello, decidieron llevarlo junto a su abuelita, la cual estaba en la nieve. Sin embargo, la señora al tener a su nieto en brazos, reflexiona y observa en él, una motivación, como también, una razón más para continuar viviendo, ya que sentía que aún puede ser útil. La señora al dirigirse a su hogar, le comenta a los padres, que ella podía hacer que le salgan dientes y le iba a  enseñar a  cómo sobrevivir en la sociedad.  Es por ello, que la señora permaneció al lado de sus familiares  durante unos años, hasta que llegara el día de su partida y así cesen sus obligaciones.

Hay sociedades donde no se alcanzan rangos de poder y autoridad hasta lograr tener una  edad avanzada.  A su vez, un sistema social que se encuentra gobernado bajo el mando de una persona adulta mayor se llama “gerontocracia” (Achenbaum, 1993, de Schaie y Willis, 2003).  Dichos sistemas existieron en sociedades antiguas, sin embargo, aún continúan siendo vigentes; tienen espacio en diversos entornos y en sociedades cuyos  diversos niveles de dificultad, se adhieren a filosofías políticas diversas.

Los “gerontócratas” adquieren poder de diferentes modalidades. En las sociedades agrícolas y ganaderas, la propiedad, como también, el control de dicha propiedad es adquirida a través de la  herencia familiar.  Los adultos mayores, por lo tanto, poseen un mayor poder en los asuntos de  las familias a las que pertenecen y de los pueblos, a comparación de los jóvenes.  Asimismo, en las sociedades primitivas, el conocimiento de la tecnología, las ceremonias y la formación de vínculos sociales duraderos tienden a mantener el poder de los mayores.



 

Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN.

domingo, 16 de noviembre de 2014

¿Por qué algunos adultos mayores envejecen óptimamente y otros no?


A veces nos preguntamos por qué hay adultos mayores que pasan su proceso de envejecimiento de manera adecuada, manteniendo sus competencias intelectuales, su vida autónoma, una salud equilibrada, entre otros.  Sin embargo, conocemos a personas que tienen edades similares y observamos a uno que tiene un semblante más decaído en comparación al otro adulto mayor que transmite que goza de buena salud, que disfruta su día a día en compañía de sus seres queridos y mantiene una vida activa.  Por ello, para explicar dichas preguntas, se dice que el proceso de envejecimiento no es igual para todos los individuos, ya que no todos envejecemos al mismo ritmo, como también, no influye la edad para determinar cómo se debe de apreciar una persona en un determinado tiempo.

Para obtener un envejecimiento óptimo se debe de emplear una estrategia general de ser selectivos con los esfuerzos que cada uno hace, como también, hay que usar estrategias y ejecutar actividades alternativas que compensen las pérdidas que produce el proceso de envejecimiento normal.  A su vez, hay una razón importante que explica la razón del por qué algunas personas envejecen de una mejor manera que otras, la cual es que hay bastante plasticidad plasticidad conductual  en todas las edades.

 A lo largo de toda nuestra vida, muchas personas funcionan por debajo de los límites de sus capacidades de “reserva”, lo cual, puede que no sea de importancia durante la etapa de la juventud, puesto que esa etapa se caracteriza de que todos los individuos se mantienen en constante movimiento y a pesar de no haber descansado lo suficiente, pueden continuar con suficiente energía hasta culminar el día. Sin embargo, el haber utilizado poca reserva, influye mucho en la etapa de la adultez mayor, lo cual, les permite maximizar las cualidades de apoyo del entorno en el cual se desenvuelven, produciendo que envejezcan de una manera óptima y puedan ser más competentes que los demás.

Asimismo, algunas personas han afirmado que el proceso de envejecimiento es mejor y más sencillo en las sociedades más tradicionales, las cuales tienen respeto hacia los adultos mayores.  Los estudios empíricos sugieren que en los países que se encuentran en vías de desarrollo, el papel que cumplen las personas de dicho grupo etario no necesariamente tiene mucha ventaja. En todas las sociedades, la satisfacción de las necesidades económicas y de salud básicas se encuentran estrechamente relacionadas con un envejecimiento adecuado.  Por consiguiente, una perspectiva comparativa explica que para obtener un envejecimiento óptimo se necesita también de un mantenimiento razonable de  la funcionalidad y de apoyos sociales adecuados.

 


Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

Ser creativo en la Adultez Mayor


Aunque los mayores  trabajos creativos se suelen observar en personas que se encuentran en sus primeras etapas del ciclo vital, su producción total se extiende a lo largo de toda su vida.  A su vez, en un estudio donde participaron 738 personas que vivieron hasta los 79 años a más, la década de los “sesenta” fue la más productiva para cuatro grupos de profesiones, los cuales son, historiadores, filósofos, botánicos e inventores.  En términos  de categorías más generales, los académicos, es decir, los historiadores, filósofos y los literatos, producían más en sus últimos años, incluyendo los “setenta”.  Los científicos eran más productivos en los 40, 50 y 60, en cambio, los artistas lo fueron un poco antes, es decir, en los 30 y 40.

Algunas personas argumentan que para que una persona adulta mayor sea creativa influye mucho  la sociedad en la que se desenvuelve, ya que, si ella proporciona mayor oportunidades que  les permitan continuar trabajando creativamente en el área que les guste más, podrán seguir aportando a su sociedad. No obstante, hay personas de dicho grupo etario se encargan de buscar la manera para tener sus propias oportunidades.  Asimismo, hay un estudio con arquitectos americanos, en el cual explica que las personas dedicadas a ese ámbito que continuaban produciendo después de los 65 años, se caracterizaban por su compromiso y motivación que emplean al momento de ejecutar la acción que más los apasiona, como también, sus habilidades sobreaprendidas, su sensibilidad estética, su capacidad para saber vender y su habilidad para delegar responsabilidades.

Hay una hipótesis es que el mayor trabajo creativo parece que tiene lugar principalmente en la etapa de la juventud, puesto que se piensa de que mientras más viva uno, más competencia adquiere.  El número de personas creativas en cualquier disciplina, por ejemplo, el arte, literatura o ciencia, ha aumentado a un ritmo acelerado. Por otro lado, aunque algunos esfuerzos creativos requieran de entusiasmo y los grandes niveles de energía que tienen los jóvenes, hay áreas como la filosofía y la historia que requieren de mayor experiencia.  Las contribuciones que brindan esas áreas son más probables cuando se dan a una edad más avanzada para que cuando lleguen a la adultez mayor se observe un menor descenso de su productividad.

Lo dicho anteriormente es todavía más cierto cuando gracias a la experiencia que se ha obtenido en el área que se desenvuelve le trae como resultado un liderazgo que acrecienta la productividad de los demás.  Aunque la fluidez y el pensamiento divergente, el cual consiste en encontrar soluciones ante un problema determinado de una manera poco convencional,  disminuyen con el paso de los años, se han encontrado algunos aumentos vinculados con la edad en dimensiones que se basan en experiencias de la vida diaria.

 
 

Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Cuando se requiere depender físicamente de los familiares..


Junto con la dependencia económica, la dependencia física es un temor del que muchas veces no son conscientes la mayoría de los adultos mayores. Los casos en que la dependencia física es grave, son relativamente  escasos.  La mayoría de las personas de dicho grupo etario necesitan depender de los demás sólo un poco más que cuando estaban más jóvenes, puesto que, muchas veces requieren ser movilizados en un automóvil, que los ayuden a vestirse, alimentarse, bañarse, es decir, que estén a su lado para satisfacer sus necesidades básicas.  A su vez, cuando requieren esos tipos de ayuda, generalmente les piden a sus familiares, ya que ellos les brindarán su apoyo para que estén bien tanto física como mentalmente.

Muchas de las enfermedades que podrían provocar que los adultos mayores se conviertan dependientes de los demás  se podrían solucionar con dispositivos como lentes de medida o con técnicas compensatorias como pagar a una empresa de mudanza.  Está surgiendo una nueva disciplina llamada “gerotecnología”, la cual intenta abarcar los factores implicados en el uso efectivo de la tecnología moderna para proporcionar ayudas ambientales y rehabilitación a los adultos mayores físicamente enfermos.

Los cambios físicos en el funcionamiento desde los setenta hasta los ochenta años, para la mayoría de las personas de dicho grupo etario, son menos graves de lo que se podría esperar.  En esta década, se pueden observar pocos o ningún declive en las funciones sociales y económicas, como también, sólo hay un declive moderado en las funciones mentales, físicas y de actividades de la vida diaria.  Sin embargo, una deficiencia en un tipo de función durante la adultez mayor temprana, predice mayores declives en otras funciones conforme van pasando los años.  Cabe recalcar, que las personas que se encuentran más susceptibles a tener un deterioro en la adultez mayor, son los que tienen un  bajo nivel educativo, las personas que tienen baja economía y los que viven solos.

Aunque los adultos mayores necesitan sentirse autónomos tanto física como económicamente, ello no implica que les agrade estar solos.  Sin embargo, es muy probable que ellos se queden solos.  Asimismo, las personas de dicho grupo etario que tienen ascendencia china o  japonesa que viven actualmente en Estados Unidos es más probable  que vivan con sus hijos que las personas que de origen anglosajón, lo cual sugiere que el cambio de hogares es particularmente resistente a la aculturización y modernización. Como también, otros autores  expresan que la disposición diferente de los hogares de las minorías de adultos mayores se puede explicar por medio de patrones diferentes de estado civil y expectativas de vida.

 


Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

Temor a la dependencia económica


Casi todas las familias mantienen una actitud reciproca al momento de relacionarse con las personas que conviven en ella, por ello, dicha conducta permite que los miembros puedan depender económica, física o emocionalmente de los demás, ya que perciben el apoyo que les manifiestan diariamente.  A su vez, se puede decir que la adultez mayor quiebra el frágil equilibrio entre la dependencia e independencia que existe en la mayoría de los adultos.

Los mayores temores que experimentan las personas de dicho grupo etario, se refieren a sucesos que son poco probables que ocurran. Sin embargo, dichos sucesos no son poco realistas, ya que, aunque es muy extraño que se susciten, sus efectos traerían consigo resultados devastadores.  Por otro lado, los adultos mayores tienen temor a  que un ladrón entre a su casa y se lleven todas sus pertenencias, ya que, ellos se muestran  ante ellos como victimas débiles, las cuales, es más fácil llevarse sus bolsos, debido a que piensan que tienen menos fuerza y agilidad.  Sin embargo, a pesar de lo descrito anteriormente, dichas personas se muestran como la población menos afectada en ese aspecto.

Los adultos mayores también tienen temor a la “senilidad”, aunque la disfunción cerebral no es demasiado común, incluso entre las personas que tienen de 85 años a más. Tienen temor a que ocurra un evento que los deje sin ahorros para poder subsistir el tiempo que les queda por vivir, aunque la mayoría de los adultos mayores viven con una seguridad económica razonable, puesto que, muchos de ellos han ahorrado el sueldo que reciben de su jubilación y también, en muchas oportunidades reciben dinero de fuentes externas como son negocios o  de sus hijos.

La asistencia sanitaria ha mitigado el impacto económico de las enfermedades que presentan las personas de dicho grupo etario. El aumento del costo en la atención sanitaria, ha ido llevando a decisiones políticas que en un futuro quizás se  necesite que los adultos mayores contribuyan en gran medida al precio de los medicamentos y servicios o que renuncien al cuidado de calidad.

Asimismo, durante la época pasada, algunos adultos mayores decían que las dificultades económicas son un problema principal en la etapa del ciclo vital  en la que se encontraban.  Un estudio de Atchley (1993) sugería que sólo el 10% de los varones y el 20% de las mujeres de una muestra de una comunidad pensaban que sus ingresos no eran insuficientes.  Sin embargo, dicha afirmación tan optimista se debe de interpretar con cautela, puesto que, se ha encontrado que la satisfacción de una persona con sus ingresos puede estar sólo indirectamente relacionada con el ingreso real.

 Lo que se muestra como más importante es si el individuo siente que se encuentra económicamente bien o estable al comparar su situación actual con otras personas y consigo mismo en el pasado.

 

Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

lunes, 10 de noviembre de 2014

El proceso de afrontamiento ante la muerte


Cuando un familiar fallece, los familiares emplean métodos para poder afrontar este proceso; dichos mecanismos difieren según la etapa del ciclo vital en la que se encontraba el familiar que falleció.  LaGrand (1986) encontró que los mecanismos que se utilizaban con más frecuencia eran hablar sobre la pérdida de dicho familiar, aceptarla poco a poco, llorar, contar con el apoyo de los amigos y el paso del tiempo. Los mecanismos de afrontamiento que son menos frecuentes  son mantenerse ocupados haciendo una actividad que impida pensar en el familiar fallecido, como también, pensar en las cosas buenas que se vivieron con dicha persona.  A su vez, las creencias religiosas o filosóficas, desarrollar nuevos intereses y sustitución de la persona amada, también son métodos utilizados por los familiares.

Cuando una persona adulta mayor pierde a un ser querido, ya sea un hijo, hermano(a) o su esposo(a), el luto y los recuerdos vividos con dicha persona, son métodos centrales para poder afrontar la perdida. Asimismo, la religión también cumple un rol importante ya que ella influye en la ideología de la persona para aceptar que el ser amado está en mejor vida, como también, dicha orientación religiosa puede reducir el estrés. Por otro lado, se han propuesto una serie de aproximaciones de autoayuda para afrontar las secuelas del fallecimiento del ser querido.  Es muy raro observar que una persona haya podido aceptar el duelo estando solo, puesto que, los demás familiares son un sustento para el adulto mayor, como también, es esencial que dicha persona comente a sus seres queridos como se siente ante la pérdida, como también, si este proceso se le dificulta, pueda ser ayudado(a).  

Es esencial también en la etapa de duelo, aceptar los sentimientos  que resultan inapropiados durante dicho proceso.  Por ello, se debe de expresar lo que se siente ante la pérdida del ser querido y las experiencias emocionales que puedan suscitar debido al evento.  A su vez, en algún momento, el adulto mayor necesitará mostrar a los demás, la amargura que siente al haber perdido al ser querido, ya que muchas veces, dichas personas prefieren ocultar sus sentimientos y llorar en silencio para que nadie se entere. Por ende, sus familiares no saben si el adulto mayor está aceptando poco a poco la pérdida o aún se le dificulta comprender por qué ya no está a su lado.

Se debe de enfrentar los problemas inmediatos, como también, hay que tomar decisiones para poder solucionar dichos inconvenientes, tomando  las fuerzas físicas  necesarias para aceptar el proceso de duelo. Es decir, es necesario que las personas que se encuentran en dicho grupo etario, manifiesten lo que  piensan respecto a la pérdida, como también, se debe de hacer un esfuerzo para ser fuertes y tratar de pensar que su familiar fallecido se encuentra bien. En el estudio Holandés descrito anteriormente, se encontró que si se observaban reacciones fuertes, después de haber pasado cuatro meses de fallecimiento del familiar, se podían esperar problemas futuros en un seguimiento durante un año.

 


Referencia:
Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Madrid: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Apoyo social hacia el Adulto Mayor


El apoyo social del adulto mayor, se ha visto obstaculizado ya que es un concepto multidimensional que incluye interacciones personales, apoyo social percibido y recibido, redes sociales formales, informales, como también, apoyo emocional, tangible e instrumental.

Un epidemiólogo llamado Cassel, se interesó en los efectos negativos determinados por condiciones de la vida urbana, ya sean los hacinamientos, como también los vecindarios que no se encuentran en buenas condiciones, con un efecto sobre el deterioro de los vínculos sociales de los adultos mayores. Consideró la influencia del apoyo social en sus sentimientos de ser cuidados, amados, respetados, valorados, estimados y que ellos son parte  de una red social que tiene que cumplir una serie de obligaciones, así como también, la sociedad debe de brindarle beneficios a ellos. Así como también, se debe de  fortalecer en el adulto mayor su autoestima, para así evitar que dicho grupo etario experimente  sentimientos de soledad, aislamiento y que piensen que a su edad, son una  carga para los demás.

Es esencial que los adultos mayores mantengan lazos sociales con sus familiares, amigos, ya que ello contribuye a que sientan que cuentan con el apoyo de personas que pueden ayudarlos cuando lo necesiten. Por ello, si tenemos un familiar de dicho grupo etario, debemos de brindarles nuestro cuidado y atención, ya que ellos necesitan de nuestra compañía para poder obtener una mejor calidad de vida. Por consiguiente, lo importante en las interacciones no es la cantidad  sino la calidad de cuidado que les brindamos. Sin embargo, debemos de tener en cuenta, cuál de ellas es más significativa para el adulto mayor en un determinado momento.  

Asimismo, se puede observar que una gran cantidad de  problemas en el ámbito de la salud del adulto mayor tienen su origen en la ausencia de relaciones sociales, como ocurre con la jubilación. El aporte de una persona a la sociedad queda desvalorizado al perder su rol institucional y productivo, no como producto de sus atributos personales, sino por haber alcanzado una determinada edad.  Por ello, este cambio en la vida de los adultos sociales, muchas veces trae consigo, que poco a poco se vayan perdiendo las relaciones sociales con los miembros de la institución donde se laboraba.

En conclusión, el apoyo social tanto familiar como de amigos cercanos, cumple un rol esencial en la configuración de las redes del adulto mayor, ya que  le proporciona un conjunto de experiencias compartidas, evitando que dichas personas se aíslen de los miembros de la sociedad, al carecer de compañía por parte de sus familiares.  Como también, la comunicación con dichas personas para poder expresar como se sienten o si tienen un dolor que los aqueja, poder solicitar una ayuda especializada.





Referencia:

Fernández, R y Manrique-Abril, F. (2010). Apoyo social del adulto mayor.  España: Scielo. Recuperado el 09 de Noviembre del 2014 desde http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1695-61412010000200016&script=sci_arttext.

Diferencias por edad hacia las actitudes sexuales


Hay un estudio donde se examinó la satisfacción con la vida sexual en los adultos jóvenes y de mediana edad.  En la cual, se pudo observar como las personas que expresaban que se sentían tanto física como emocionalmente satisfechas con su vida sexual, eran las personas casadas y las que convivían con su pareja. A su vez, más del 80% de las parejas decían estar muy o extremadamente satisfechas con su vida sexual, lo cual les producía  una gran satisfacción emocional. Sin embargo, se encontró que las personas que estaban solteras y que no convivían, tenían poca satisfacción en el ámbito sexual.

Asimismo, solo el 54 % de los jóvenes y maduros sin apego informaban que estaban extremadamente o muy satisfechos físicamente, como también, solo un tercio comentó que se encontraban emocionalmente satisfechos.  La felicidad con la propia vida sexual se encuentra vinculada con ser felices en todos los aspectos de su vida, aunque no está claro qué va antes de ello.

Hay personas que piensan que cuando una persona se encuentra en la etapa de la adultez mayor no se encuentran satisfechos con su vida sexual en comparación con los adultos jóvenes o maduros. De lo cual, se puede decir que al igual que un adulto joven o maduro, el adulto mayor tendrá una satisfacción sexual cuando tenga una pareja. Hay un 64% de personas de dicho grupo etario que informan que están extremadamente satisfechos  y un 67% que se encuentran  un poco satisfechos con su vida sexual. Por el contrario, solo un 18% de adultos mayores varones y un 27% de mujeres sin pareja que afirmaban sentirse satisfechas.

La idea de que existe incompatibilidad entre el sexo y la vejez, se debe a que nuestra sociedad pone énfasis en los aspectos físicos de la sexualidad y la noción de que el sexo es satisfactorio en personas jóvenes, atractivas y cuando se alcanza el orgasmo.  Sin embargo, un adulto mayor también puede disfrutarlo ya que la edad no es un determinante para carecer de una vida sexual. Hay personas de dicho grupo etario que comentan que “el sexo es uno de los placeres de la vida. Es también una de las formas de vencer la soledad y la frustración. Cuando nos hacemos viejos, tenemos el placer añadido de que aun disfrutamos del sexo y así todavía nos podemos considerar como hombres y mujeres completos”.
 

 

Referencia:
Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Madrid: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

La influencia de las enfermedades en la vida de los Adultos Mayores


A los psicólogos les interesan cuáles son los efectos que trae consigo una enfermedad en la vida de las personas y conocer su capacidad para poder adaptarse a ésta.  A su vez, una enfermedad produce muchos efectos, los cuales difieren según el paciente como también el órgano afectado.  Por ejemplo, la “artritis” provoca dolor en las articulaciones y cuando el dolor es crónico, afecta el desarrollo de la vida normal, continuar con las metas planteadas anteriormente, la motivación, sus aprendizajes diarios y su memoria.

Los efectos económicos también son importantes ya que, hay enfermedades que son muy costosas, para lo cual, muchos adultos mayores pagan sus gastos, como también, realizan dichos pagos a largo plazo.  Asimismo, muchas personas de dicho grupo etario muestran temor de depender económicamente de un familiar, cuando tienen una enfermedad que requiere de mayores cuidados. Además de la dependencia económica, también se suma la dependencia física, ya que muchas de  ellas imposibilitan que el adulto mayor sea autónomo  al realizar sus actividades básicas como alimentarse, bañarse, vestirse, movilizarse, entre otros.

Las enfermedades que suelen provocar dichas limitaciones son las del corazón, la diabetes, el asma y la artritis.  De las cuales, la artritis y los problemas del corazón también están entre las principales condiciones que limitan la movilidad,  produciendo que muchos de ellos se queden en sus casas con sus familiares o estén solos.

Dicha dependencia forzada produce que las personas afectadas se aíslen de los demás y que su autoestima se vea perjudicada debido a la soledad, como también,  si presentan falta de apoyo por parte de sus seres queridos.  Cabe recalcar, que la cantidad de adultos mayores que sufre de discapacidades ha ido disminuyendo progresivamente y la discapacidad se relaciona negativamente con factores tales como el nivel educativo y los ingresos que reciba de su trabajo u otras fuentes.

 


Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Madrid: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Ya no más temor a reír, toser y caminar..


Las acciones como toser, caminar y reír, producen que nos den ganas de ir al baño. Ello se debe a la perdida involuntaria de orina, lo cual, es el caso de muchas mujeres, que por sentir vergüenza, esconden dicho  secreto ante los demás y a su vez, sufren en silencio.

Hay muchas mujeres que consideran que es normal la perdida involuntaria de orina después de haber tenido hijos o una determinada edad.  Sin embargo, cuando la persona que la padece, la oculta por temor al que dirán, producen que el estado de su problema se agrave. Por ello, es recomendable, acudir a un médico especialista y no sentir vergüenza por lo que nos pasa, ya que, si es tratada a tiempo, no sentiremos incomodidad cuando realicemos las actividades descritas anteriormente.

Según el Dr. Arturo Dell Oro, urólogo de Red Salud UC, “existen dos tipos de incontinencia de orina. Una es la de urgencia, que por el aumento de la sensibilidad y/o hiperactividad del músculo detrusor de la vejiga, la pared muscular lisa que se contrae al orinar y se relaja cuando se llena este órgano, hace que la paciente sienta ganas de ir al baño constantemente y en ocasiones no alcance a llegar. La otra es la incontinencia por esfuerzo. En ésta, hay un escape de orina en toda actividad que implique el más mínimo esfuerzo, como toser, reír, hacer deporte y tener relaciones sexuales, por nombrar las más habituales”.

 
Uno de los factores que influye en el escape de la orina es la edad. Entre los 40 y 65 años la enfermedad se manifiesta con mayor frecuencia, ya que, con el paso de los años, los ligamentos que soportan la uretra se van debilitando.  A su vez, también influye la cantidad embarazos y partos que ha tenido una mujer.  De acuerdo a lo que dice dicho doctor, “lo importante es destacar que las pacientes no tendrán este problema ni al mucho tiempo después de un año ni a los cinco años de haber sido mamás, pero sí pueden experimentarlo”.
 
Sin embargo, para dicho problema hay una operación que se realiza en el caso de que la mujer sufra de incontinencia por esfuerzo, la cual afecta de manera significativa la calidad de vida de la paciente y cuando el tratamiento Kinésico ha fallado.  Dicha operación consiste en poner una malla sintética debajo de la uretra para limitar la hipermovilidad producida por los ligamentos flojos.  Afortunadamente, la tasa de éxitos de este proceso es alta, ya que funcionan adecuadamente un 90% de los casos.  Por ello, la persona va a poder tener una vida normal y si tose, ya no va a tener un escape de su orina de manera involuntaria.



 

Referencia:

 Dell Oro, A. (2014).  Incontinencia urinaria: un problema que tiene solución. Chile: LOS HÉROES, Revista. Recuperado el 08 de Noviembre desde http://www.institutodelenvejecimiento.cl/upload_img/Incontinencia.pdf.

“ARTRITIS, la enfermedad que te impide moverte”


Desde que somos pequeños, nos mantenemos en constante movimiento. Tenemos tanta energía, que gran parte del día, estamos jugando, corriendo y buscando la manera de pasar un buen momento con nuestros amigos. Llegada la Juventud, nos mantenemos en la calle, con nuestros amigos, en una reunión o fiesta. A su vez, en la Adultez, continuamos con energía, pero en un nivel un poco disminuido, pero igual, tenemos energía para cuidar a los hijos, limpiar el hogar, cocinar y trabajar en el área que más nos gusta. Sin embargo, cuando llegamos a la Adultez Mayor, esa energía que ya estaba un poco disminuida en la Adultez, en dicha etapa, se encuentra muy disminuida. Nuestros músculos ya no tienen tanta fuerza, para cargar objetos pesados y nuestras articulaciones, producto del proceso del envejecimiento normal, ya no funcionan como cuando éramos niños.

Cuando una persona se encuentra en la etapa de la Adultez Mayor, ya no puede moverse con mucha rapidez, ya que sus articulaciones pueden sufrir daños y por ello,  le impediría moverse con normalidad. Por ello, existe una enfermedad llamada “Artritis”, la cual, afecta las articulaciones, produciendo dolor en el individuo que la padece.  Si ella, es detectada a tiempo y se recibe un tratamiento adecuado, dicha enfermedad puede desaparecer. Sin embargo,  ello no sucede en todas las personas.

La “Artritis” es una enfermedad degenerativa de las articulaciones y puede ser causada por la inflamación del tejido que cubre las articulaciones o coyunturas. Como también, por distintos factores como la genética, el medio ambiente o las hormonas. A su vez, es importante conocer cuáles son los síntomas, para que si tiene un familiar Adulto Mayor, que presenta dichos síntomas, pueda ir a un médico  especialista y corroborar si es que sufre dicha enfermedad.  Por ello, se van a presentar los síntomas de la enfermedad, que impide que nos movamos con normalidad.

-       Los síntomas son:

 

-       Dolor articular

 

-       Inflamación articular

 

-       Disminución de la capacidad para mover la articulación

 

-       Enrojecimiento y calor de la piel alrededor de la articulación 

 

-    Rigidez articular, especialmente en las mañanas

 
Cuando la persona es detectada con dicha enfermedad, es recomendable que siga el tratamiento prescrito por su médico, para así obtener una adecuada calidad de vida. Asimismo, el objetivo del tratamiento es reducir el dolor, mejorar la función y prevenir un daño articular mayor.  Generalmente, no se puede curar la causa subyacente.  Por ello, si se desea eliminar el dolor que produce la “Artritis”, se debe de cambiar el estilo de vida que se tenía anteriormente. Para que así, con la disposición que ponga el paciente para poder mejorar y el uso de programas pertinentes por parte del médico, se pueda lograr obtener una mejor calidad de vida, sin sentir dolor en sus articulaciones y ello no le impida desarrollarse normalmente en el ámbito social,  como también, personal.

Un método adecuado para aliviar la rigidez, reducir el dolor, la fatiga y mejorar la fortaleza ósea, como también la muscular, es realizar ejercicios.  Sin embargo, se debe de seguir lo que el medico indica, ya que dicho profesional, ayudará a elaborar un programa pertinente según la persona que solicita su ayuda.
 
 

 

Referencia:
MedlinePlus. (2009). Artritis. Estados Unidos: A.D.A.M, Inc. Recuperada el 08 de Noviembre el 08 de Noviembre del 2014 desde  http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001243.htm.

domingo, 2 de noviembre de 2014

¿Quién es un adulto mayor?


Adultos mayores se les consideran a las personas que se encuentran en la última etapa del ciclo vital del ser humano. A su vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), considera que las personas que tienen de 60 años a más, pertenecen a dicho grupo etario.  Asimismo, la ONU considera que es esencial velar por dichas personas, ya que son personas que se encuentran más susceptibles de contraer enfermedades, lo cual es producto, del deterioro en el funcionamiento de sus órganos. Como también se busca, darles una vida digna, sin discriminación y también se desea que se adapten a la sociedad a la cual pertenecen.

Por otro lado hay varios tipos de edades, una de ellos, es la “edad cronológica”, la cual es el número  de años que hemos vivido desde nuestro nacimiento hasta la actualidad. Otro tipo es la “edad biológica”, que se encuentra relacionada con la salud, en la cual, la persona sufre una serie de cambios en su organismo, producto del envejecimiento normal, por ello, cuando una persona se alimenta con una dieta saludable y  realiza ejercicios, ello va a contribuir de una manera positiva en su vida, ya que le permite a la persona envejecer sanamente, sin manifestaciones de enfermedades.

“La edad funcional” es otro tipo de edad, la cual consiste en la capacidad de la persona para poder desarrollar las actividades que suele hacer cotidianamente, satisfacer sus necesidades básicas, como cambiarse, bañarse, alimentarse y también, mantener los roles sociales dentro de la comunidad, contribuyendo de esa manera para su mejoría.

Sin embargo, hay personas que están sanas, pero tienen alguna característica personal que les impide adaptarse a la sociedad a la que pertenecen ya que son muy cerradas, no se relacionan con los demás, es decir, no se integran a la vida social. Dichos aspectos deben de tenerse en cuenta al definir a  los adultos mayores. 

 


Referencia:

Sánchez, G. (2014). ¿Qué se quiere decir con “la tercera edad”?.  México: Esperanza para la Familia, A.C. Recuperado el 02 de Noviembre del 2014 desde http://www.esperanzaparalafamilia.com/Rev/Articulos/PDFs/PDF0234.pdf