En
algunas sociedades esquimales, los miembros de dicha sociedad llevan una vida
complicada debido al entorno que apenas le proporciona una protección necesaria
para el mantenimiento básico de sus pequeñas familias aisladas. Sin embargo, cuando uno de sus miembros
alcanza una edad en la que según su
perspectiva cree que no puede contribuir al bienestar de su familia, se dirige
al exterior para morir en la nieve. A su vez, hay un caso donde una mujer
adulta decide ir al exterior ya que siente que con la llegada del nuevo
integrante en la familia, el cual es su nieto, es preferible que se aparte de
su lado para que así, los alimentos que
ella consumía sean traspasados al bebe y por ello, haya una persona menos que
alimentar.
Asimismo,
los padres del niño, nunca habían visto un bebe y creían que al ser tan
indefenso, no iba a poder sobrevivir a la comunidad. Por ello, decidieron
llevarlo junto a su abuelita, la cual estaba en la nieve. Sin embargo, la
señora al tener a su nieto en brazos, reflexiona y observa en él, una
motivación, como también, una razón más para continuar viviendo, ya que sentía
que aún puede ser útil. La señora al dirigirse a su hogar, le comenta a los
padres, que ella podía hacer que le salgan dientes y le iba a enseñar a
cómo sobrevivir en la sociedad.
Es por ello, que la señora permaneció al lado de sus familiares durante unos años, hasta que llegara el día
de su partida y así cesen sus obligaciones.
Hay
sociedades donde no se alcanzan rangos de poder y autoridad hasta lograr tener
una edad avanzada. A su vez, un sistema social que se encuentra
gobernado bajo el mando de una persona adulta mayor se llama “gerontocracia”
(Achenbaum, 1993, de Schaie y Willis, 2003).
Dichos sistemas existieron en sociedades antiguas, sin embargo, aún
continúan siendo vigentes; tienen espacio en diversos entornos y en sociedades
cuyos diversos niveles de dificultad, se
adhieren a filosofías políticas diversas.
Los
“gerontócratas” adquieren poder de diferentes modalidades. En las sociedades
agrícolas y ganaderas, la propiedad, como también, el control de dicha
propiedad es adquirida a través de la
herencia familiar. Los adultos
mayores, por lo tanto, poseen un mayor poder en los asuntos de las familias a las que pertenecen y de los
pueblos, a comparación de los jóvenes.
Asimismo, en las sociedades primitivas, el conocimiento de la
tecnología, las ceremonias y la formación de vínculos sociales duraderos tienden
a mantener el poder de los mayores.
Referencia:
Schaie,
W y Willis, S. (2003). Psicología de la
Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN.
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