Aunque
los mayores trabajos creativos se suelen
observar en personas que se encuentran en sus primeras etapas del ciclo vital,
su producción total se extiende a lo largo de toda su vida. A su vez, en un estudio donde participaron 738
personas que vivieron hasta los 79 años a más, la década de los “sesenta” fue
la más productiva para cuatro grupos de profesiones, los cuales son,
historiadores, filósofos, botánicos e inventores. En términos
de categorías más generales, los académicos, es decir, los
historiadores, filósofos y los literatos, producían más en sus últimos años,
incluyendo los “setenta”. Los
científicos eran más productivos en los 40, 50 y 60, en cambio, los artistas lo
fueron un poco antes, es decir, en los 30 y 40.
Algunas
personas argumentan que para que una persona adulta mayor sea creativa influye
mucho la sociedad en la que se
desenvuelve, ya que, si ella proporciona mayor oportunidades que les permitan continuar trabajando
creativamente en el área que les guste más, podrán seguir aportando a su
sociedad. No obstante, hay personas de dicho grupo etario se encargan de buscar
la manera para tener sus propias oportunidades.
Asimismo, hay un estudio con arquitectos americanos, en el cual explica
que las personas dedicadas a ese ámbito que continuaban produciendo después de
los 65 años, se caracterizaban por su compromiso y motivación que emplean al
momento de ejecutar la acción que más los apasiona, como también, sus habilidades
sobreaprendidas, su sensibilidad estética, su capacidad para saber vender y su
habilidad para delegar responsabilidades.
Hay
una hipótesis es que el mayor trabajo creativo parece que tiene lugar
principalmente en la etapa de la juventud, puesto que se piensa de que mientras
más viva uno, más competencia adquiere.
El número de personas creativas en cualquier disciplina, por ejemplo, el
arte, literatura o ciencia, ha aumentado a un ritmo acelerado. Por otro lado,
aunque algunos esfuerzos creativos requieran de entusiasmo y los grandes
niveles de energía que tienen los jóvenes, hay áreas como la filosofía y la
historia que requieren de mayor experiencia. Las contribuciones que brindan esas áreas son
más probables cuando se dan a una edad más avanzada para que cuando lleguen a
la adultez mayor se observe un menor descenso de su productividad.
Lo
dicho anteriormente es todavía más cierto cuando gracias a la experiencia que
se ha obtenido en el área que se desenvuelve le trae como resultado un
liderazgo que acrecienta la productividad de los demás. Aunque la fluidez y el pensamiento
divergente, el cual consiste en encontrar soluciones ante un problema
determinado de una manera poco convencional,
disminuyen con el paso de los años, se han encontrado algunos aumentos
vinculados con la edad en dimensiones que se basan en experiencias de la vida
diaria.
Referencia:
Schaie, W y
Willis, S. (2003). Psicología
de la Edad Adulta y la Vejez. España: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario