domingo, 9 de noviembre de 2014

Diferencias por edad hacia las actitudes sexuales


Hay un estudio donde se examinó la satisfacción con la vida sexual en los adultos jóvenes y de mediana edad.  En la cual, se pudo observar como las personas que expresaban que se sentían tanto física como emocionalmente satisfechas con su vida sexual, eran las personas casadas y las que convivían con su pareja. A su vez, más del 80% de las parejas decían estar muy o extremadamente satisfechas con su vida sexual, lo cual les producía  una gran satisfacción emocional. Sin embargo, se encontró que las personas que estaban solteras y que no convivían, tenían poca satisfacción en el ámbito sexual.

Asimismo, solo el 54 % de los jóvenes y maduros sin apego informaban que estaban extremadamente o muy satisfechos físicamente, como también, solo un tercio comentó que se encontraban emocionalmente satisfechos.  La felicidad con la propia vida sexual se encuentra vinculada con ser felices en todos los aspectos de su vida, aunque no está claro qué va antes de ello.

Hay personas que piensan que cuando una persona se encuentra en la etapa de la adultez mayor no se encuentran satisfechos con su vida sexual en comparación con los adultos jóvenes o maduros. De lo cual, se puede decir que al igual que un adulto joven o maduro, el adulto mayor tendrá una satisfacción sexual cuando tenga una pareja. Hay un 64% de personas de dicho grupo etario que informan que están extremadamente satisfechos  y un 67% que se encuentran  un poco satisfechos con su vida sexual. Por el contrario, solo un 18% de adultos mayores varones y un 27% de mujeres sin pareja que afirmaban sentirse satisfechas.

La idea de que existe incompatibilidad entre el sexo y la vejez, se debe a que nuestra sociedad pone énfasis en los aspectos físicos de la sexualidad y la noción de que el sexo es satisfactorio en personas jóvenes, atractivas y cuando se alcanza el orgasmo.  Sin embargo, un adulto mayor también puede disfrutarlo ya que la edad no es un determinante para carecer de una vida sexual. Hay personas de dicho grupo etario que comentan que “el sexo es uno de los placeres de la vida. Es también una de las formas de vencer la soledad y la frustración. Cuando nos hacemos viejos, tenemos el placer añadido de que aun disfrutamos del sexo y así todavía nos podemos considerar como hombres y mujeres completos”.
 

 

Referencia:
Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Madrid: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

La influencia de las enfermedades en la vida de los Adultos Mayores


A los psicólogos les interesan cuáles son los efectos que trae consigo una enfermedad en la vida de las personas y conocer su capacidad para poder adaptarse a ésta.  A su vez, una enfermedad produce muchos efectos, los cuales difieren según el paciente como también el órgano afectado.  Por ejemplo, la “artritis” provoca dolor en las articulaciones y cuando el dolor es crónico, afecta el desarrollo de la vida normal, continuar con las metas planteadas anteriormente, la motivación, sus aprendizajes diarios y su memoria.

Los efectos económicos también son importantes ya que, hay enfermedades que son muy costosas, para lo cual, muchos adultos mayores pagan sus gastos, como también, realizan dichos pagos a largo plazo.  Asimismo, muchas personas de dicho grupo etario muestran temor de depender económicamente de un familiar, cuando tienen una enfermedad que requiere de mayores cuidados. Además de la dependencia económica, también se suma la dependencia física, ya que muchas de  ellas imposibilitan que el adulto mayor sea autónomo  al realizar sus actividades básicas como alimentarse, bañarse, vestirse, movilizarse, entre otros.

Las enfermedades que suelen provocar dichas limitaciones son las del corazón, la diabetes, el asma y la artritis.  De las cuales, la artritis y los problemas del corazón también están entre las principales condiciones que limitan la movilidad,  produciendo que muchos de ellos se queden en sus casas con sus familiares o estén solos.

Dicha dependencia forzada produce que las personas afectadas se aíslen de los demás y que su autoestima se vea perjudicada debido a la soledad, como también,  si presentan falta de apoyo por parte de sus seres queridos.  Cabe recalcar, que la cantidad de adultos mayores que sufre de discapacidades ha ido disminuyendo progresivamente y la discapacidad se relaciona negativamente con factores tales como el nivel educativo y los ingresos que reciba de su trabajo u otras fuentes.

 


Referencia:

Schaie, W y Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Madrid: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Ya no más temor a reír, toser y caminar..


Las acciones como toser, caminar y reír, producen que nos den ganas de ir al baño. Ello se debe a la perdida involuntaria de orina, lo cual, es el caso de muchas mujeres, que por sentir vergüenza, esconden dicho  secreto ante los demás y a su vez, sufren en silencio.

Hay muchas mujeres que consideran que es normal la perdida involuntaria de orina después de haber tenido hijos o una determinada edad.  Sin embargo, cuando la persona que la padece, la oculta por temor al que dirán, producen que el estado de su problema se agrave. Por ello, es recomendable, acudir a un médico especialista y no sentir vergüenza por lo que nos pasa, ya que, si es tratada a tiempo, no sentiremos incomodidad cuando realicemos las actividades descritas anteriormente.

Según el Dr. Arturo Dell Oro, urólogo de Red Salud UC, “existen dos tipos de incontinencia de orina. Una es la de urgencia, que por el aumento de la sensibilidad y/o hiperactividad del músculo detrusor de la vejiga, la pared muscular lisa que se contrae al orinar y se relaja cuando se llena este órgano, hace que la paciente sienta ganas de ir al baño constantemente y en ocasiones no alcance a llegar. La otra es la incontinencia por esfuerzo. En ésta, hay un escape de orina en toda actividad que implique el más mínimo esfuerzo, como toser, reír, hacer deporte y tener relaciones sexuales, por nombrar las más habituales”.

 
Uno de los factores que influye en el escape de la orina es la edad. Entre los 40 y 65 años la enfermedad se manifiesta con mayor frecuencia, ya que, con el paso de los años, los ligamentos que soportan la uretra se van debilitando.  A su vez, también influye la cantidad embarazos y partos que ha tenido una mujer.  De acuerdo a lo que dice dicho doctor, “lo importante es destacar que las pacientes no tendrán este problema ni al mucho tiempo después de un año ni a los cinco años de haber sido mamás, pero sí pueden experimentarlo”.
 
Sin embargo, para dicho problema hay una operación que se realiza en el caso de que la mujer sufra de incontinencia por esfuerzo, la cual afecta de manera significativa la calidad de vida de la paciente y cuando el tratamiento Kinésico ha fallado.  Dicha operación consiste en poner una malla sintética debajo de la uretra para limitar la hipermovilidad producida por los ligamentos flojos.  Afortunadamente, la tasa de éxitos de este proceso es alta, ya que funcionan adecuadamente un 90% de los casos.  Por ello, la persona va a poder tener una vida normal y si tose, ya no va a tener un escape de su orina de manera involuntaria.



 

Referencia:

 Dell Oro, A. (2014).  Incontinencia urinaria: un problema que tiene solución. Chile: LOS HÉROES, Revista. Recuperado el 08 de Noviembre desde http://www.institutodelenvejecimiento.cl/upload_img/Incontinencia.pdf.

“ARTRITIS, la enfermedad que te impide moverte”


Desde que somos pequeños, nos mantenemos en constante movimiento. Tenemos tanta energía, que gran parte del día, estamos jugando, corriendo y buscando la manera de pasar un buen momento con nuestros amigos. Llegada la Juventud, nos mantenemos en la calle, con nuestros amigos, en una reunión o fiesta. A su vez, en la Adultez, continuamos con energía, pero en un nivel un poco disminuido, pero igual, tenemos energía para cuidar a los hijos, limpiar el hogar, cocinar y trabajar en el área que más nos gusta. Sin embargo, cuando llegamos a la Adultez Mayor, esa energía que ya estaba un poco disminuida en la Adultez, en dicha etapa, se encuentra muy disminuida. Nuestros músculos ya no tienen tanta fuerza, para cargar objetos pesados y nuestras articulaciones, producto del proceso del envejecimiento normal, ya no funcionan como cuando éramos niños.

Cuando una persona se encuentra en la etapa de la Adultez Mayor, ya no puede moverse con mucha rapidez, ya que sus articulaciones pueden sufrir daños y por ello,  le impediría moverse con normalidad. Por ello, existe una enfermedad llamada “Artritis”, la cual, afecta las articulaciones, produciendo dolor en el individuo que la padece.  Si ella, es detectada a tiempo y se recibe un tratamiento adecuado, dicha enfermedad puede desaparecer. Sin embargo,  ello no sucede en todas las personas.

La “Artritis” es una enfermedad degenerativa de las articulaciones y puede ser causada por la inflamación del tejido que cubre las articulaciones o coyunturas. Como también, por distintos factores como la genética, el medio ambiente o las hormonas. A su vez, es importante conocer cuáles son los síntomas, para que si tiene un familiar Adulto Mayor, que presenta dichos síntomas, pueda ir a un médico  especialista y corroborar si es que sufre dicha enfermedad.  Por ello, se van a presentar los síntomas de la enfermedad, que impide que nos movamos con normalidad.

-       Los síntomas son:

 

-       Dolor articular

 

-       Inflamación articular

 

-       Disminución de la capacidad para mover la articulación

 

-       Enrojecimiento y calor de la piel alrededor de la articulación 

 

-    Rigidez articular, especialmente en las mañanas

 
Cuando la persona es detectada con dicha enfermedad, es recomendable que siga el tratamiento prescrito por su médico, para así obtener una adecuada calidad de vida. Asimismo, el objetivo del tratamiento es reducir el dolor, mejorar la función y prevenir un daño articular mayor.  Generalmente, no se puede curar la causa subyacente.  Por ello, si se desea eliminar el dolor que produce la “Artritis”, se debe de cambiar el estilo de vida que se tenía anteriormente. Para que así, con la disposición que ponga el paciente para poder mejorar y el uso de programas pertinentes por parte del médico, se pueda lograr obtener una mejor calidad de vida, sin sentir dolor en sus articulaciones y ello no le impida desarrollarse normalmente en el ámbito social,  como también, personal.

Un método adecuado para aliviar la rigidez, reducir el dolor, la fatiga y mejorar la fortaleza ósea, como también la muscular, es realizar ejercicios.  Sin embargo, se debe de seguir lo que el medico indica, ya que dicho profesional, ayudará a elaborar un programa pertinente según la persona que solicita su ayuda.
 
 

 

Referencia:
MedlinePlus. (2009). Artritis. Estados Unidos: A.D.A.M, Inc. Recuperada el 08 de Noviembre el 08 de Noviembre del 2014 desde  http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001243.htm.

domingo, 2 de noviembre de 2014

¿Quién es un adulto mayor?


Adultos mayores se les consideran a las personas que se encuentran en la última etapa del ciclo vital del ser humano. A su vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), considera que las personas que tienen de 60 años a más, pertenecen a dicho grupo etario.  Asimismo, la ONU considera que es esencial velar por dichas personas, ya que son personas que se encuentran más susceptibles de contraer enfermedades, lo cual es producto, del deterioro en el funcionamiento de sus órganos. Como también se busca, darles una vida digna, sin discriminación y también se desea que se adapten a la sociedad a la cual pertenecen.

Por otro lado hay varios tipos de edades, una de ellos, es la “edad cronológica”, la cual es el número  de años que hemos vivido desde nuestro nacimiento hasta la actualidad. Otro tipo es la “edad biológica”, que se encuentra relacionada con la salud, en la cual, la persona sufre una serie de cambios en su organismo, producto del envejecimiento normal, por ello, cuando una persona se alimenta con una dieta saludable y  realiza ejercicios, ello va a contribuir de una manera positiva en su vida, ya que le permite a la persona envejecer sanamente, sin manifestaciones de enfermedades.

“La edad funcional” es otro tipo de edad, la cual consiste en la capacidad de la persona para poder desarrollar las actividades que suele hacer cotidianamente, satisfacer sus necesidades básicas, como cambiarse, bañarse, alimentarse y también, mantener los roles sociales dentro de la comunidad, contribuyendo de esa manera para su mejoría.

Sin embargo, hay personas que están sanas, pero tienen alguna característica personal que les impide adaptarse a la sociedad a la que pertenecen ya que son muy cerradas, no se relacionan con los demás, es decir, no se integran a la vida social. Dichos aspectos deben de tenerse en cuenta al definir a  los adultos mayores. 

 


Referencia:

Sánchez, G. (2014). ¿Qué se quiere decir con “la tercera edad”?.  México: Esperanza para la Familia, A.C. Recuperado el 02 de Noviembre del 2014 desde http://www.esperanzaparalafamilia.com/Rev/Articulos/PDFs/PDF0234.pdf

El precio del paso de los años ….


La etapa de la tercera edad, como los demás periodos de vida, se experimentan momentos de alegrías y se guardan recuerdos muy preciados.  Para algunas personas, que en sí, no son la mayoría, dicha etapa se observa desde la perspectiva en que el individuo se jubila y al tener mayor cantidad de tiempo libre, muchas veces, se quedan al cuidado de sus nietos, como también disfrutan al lado de sus demás seres queridos.  El jubilarse, puede permitirle a la persona, descansar después de haber contribuido con su trabajo a una institución por ejemplo, como también, les permite tener una adultez mayor digna, donde sientan bienestar y el apoyo de sus familiares.

Hay personas que se plantean metas o desarrollan actividades las cuales les permite distraerse y sentir tranquilidad en dicho momento, sin embargo, otras personas no viven su etapa de adultez mayor de la mejor manera, ya que, no tuvieron acceso a muchas cosas a lo largo de su vida, tienen problemas ya sean personales como familiares y  enfrentan situaciones que ellos perciben como complicadas. Una de dichas situaciones es el divorcio que tienen sus hijos, lo cual, también le afecta a dichas personas.

Cuando un hijo o hija se divorcia, muchas veces los hijos quedan a cargo de sus abuelos, ya que saben que estarán con personas que les darán un buen cuidado. Sin embargo, hay que recordar que cuando los hijos son pequeños, son muy juguetones y tienen mucha energía, lo cual, les dificulta a los adultos mayores, ya que no tienen tantas fuerzas para estar detrás de ello, viendo que hacen y si se caen, no van a poder cargarlos.  Como también, muchas veces, ya no tienen el ánimo necesario para corregirlos y más bien los engríen mucho.

El cuidar a los nietos, si se goza de una buena salud, no es ningún inconveniente, sin embargo, cuando el adulto mayor tiene una enfermedad, ello le dificulta poder cuidar adecuadamente a sus nietos, ya que pierden energías, no tienen ánimo y se desesperan al percatarse que no los pueden cuidar. Por ello, a pesar de que en dicha etapa las personas experimentan cambios en su organismo debido al envejecimiento normal, como es que sus órganos de los sentidos ya no funcionan como antes, hay personas que no se adaptan a dichos cambios y sufren de depresión, ya que sus familiares no comprenden de los cambios que están aconteciendo en él, tratándolos como si fueran niños.

 


Referencia:

Sánchez, G. (2014). Todo por servir se acaba. México: Esperanza para la Familia, A.C. Recuperado el 02 de Noviembre desde http://www.esperanzaparalafamilia.com/Rev/Articulos/PDFs/PDF0234.pdf

La dicha de tener adultos mayores en una sociedad


Hay personas que piensan que los adultos no contribuyen en nada a la sociedad, lo cual, cuando es escuchado por un miembro de dicho grupo etario, les causa dolor ya que se sienten rechazados o que son un estorbo para los demás.  En muchas investigaciones se muestra que dicho evento influye negativamente en los adultos mayores, ya que, sienten temor de ser una carga para sus familiares y que por ello, quieren ser autónomos en todos los aspectos de su vida. Lamentablemente no siempre se puede ser independiente, lo cual, les despierta temor.

A su vez, hay diferentes tipos de maltratos que se le puede dar a un adulto mayor. Uno de ellos es el simple hecho de no ir a visitarlos un fin de semana, ya que, los hace sentir solos, abandonados y que no son importantes en la vida de sus hijos o familiares.  La Organización de las Naciones Unidas está considerando a los adultos mayores, como personas importantes de atender y de cuidar. Según estudios, en los próximos años, la cantidad de personas de dicho grupo etario va a aumentar a nivel mundial, por ello, se tiene como finalidad es crear conciencia social acerca del tema y se debe de buscar ayuda, como también, apoyo para que los adultos mayores gocen de una vida plena al lado de sus seres queridos y ellos no se sientan marginados por dichas personas a pesar de que desde pequeños, les han dado todo su amor.

Muchas veces escuchamos o vemos en las noticias acerca de los maltratos que sufren los adultos mayores, por ello, se debe de hacer una denuncia si conocemos de un caso de esta naturaleza, ya que ellos no merecen ser tratados de esa manera solo por verse más indefensos que una persona joven o adulta.  Asimismo, el cuidar a un adulto mayor, no debe de ser una acción que se obligue a hacer, sino es algo que debe de ser realizado voluntariamente, para que así, al sensibilizarse sobre dichas personas,  van a poder brindar un mejor trato y hacer que dichas personas se sientan contentas con el trabajo realizado.

Por último, no hay que olvidar de que en un momento también vamos a ser adultos mayores y en dicha etapa, vamos a querer que nuestros hijos nos vayan a visitar, para así pasar de un momento ameno, como también, vamos a tener la oportunidad de ver a nuestros nietos. Por ello, si tenemos un familiar adulto mayor, hay que visitarlos a pesar de que estemos muy ocupados por nuestros trabajos o estudios, ya que ellos se alegran con nuestras visitas y sienten que son importantes en nuestras vidas.

 


Referencia:

Sánchez, G. (2014). ¡Son realmente valiosos¡. México: Esperanza para la Familia, A.C. Recuperado el 02 de Noviembre desde http://www.esperanzaparalafamilia.com/Rev/Articulos/PDFs/PDF0234.pdf