Dicho documento explica que las
alteraciones de la voz que se observa en
la población adulta mayor constituyen un motivo de consulta que se ha vuelto
muy frecuente en la consulta especializada de Otorrinolaringología. Este
aumento se debe no sólo al
envejecimiento progresivo de la población, sino también a las crecientes
necesidades de comunicación de la sociedad actual.
La prevalencia de la “presbifonía” no
es del todo conocida. Varios estudios se han llevado a cabo para tratar de
estimarla, situándola en torno al 20% de la población mayor de 65 años. Sin
embargo, dichos estudios están basados en personas institucionalizadas, por lo
que es probable esta cifra esté sobrestimada. A su vez, se dice que es complicado especificar dónde está la
separación entre una voz aparentemente normal
que demuestra rasgos de envejecimiento de una voz claramente patológica por el
mismo motivo. Asiduamente los pacientes
con “presbifonía” se caracterizan clínicamente por tener una reducción del
tiempo máximo de fonación y por una voz inestable y con una marcada pérdida de
la intensidad vocal. Esto condiciona grandes dificultades para la comunicación
ya que además suelen presentar
igualmente dificultades de audición (presbiacusia).
Los cambios en la anatomía y
fisiología laríngeas asociados al envejecimiento están bien descritos. El
fenómeno más característico es la atrofia de las cuerdas vocales del adulto
mayor, con una pérdida de masa vocal respecto a las de una persona joven. Esta
atrofia supone que al aproximarse las dos cuerdas para fonar, el cierre glótico
se torna incompetente, apareciendo un cierre fusiforme que permite el escape
del aire. Además, en la laringe se observa una prominencia de las apófisis
vocales, fruto de la pérdida de masa muscular laríngea. Debido al peor control neuromuscular asociado
los movimientos laríngeos se tornan erráticos e incoordinados. Otros factores
sobreañadidos al envejecimiento laríngeo juegan un papel clave en la voz del
anciano. La vía aerodigestiva superior constituye una caja de resonancia en la
que la emisión vocal laríngea se ve modificada y enriquecida. Con el
envejecimiento y la subsiguiente atrofia muscular generalizada de los elementos
anatómicos formantes de esta caja (faringe, cavidad oral…) la voz del anciano
se ve progresivamente alterada.
Por otra parte, el deterioro del
aparato respiratorio significa un factor determinante en la presbifonía. En
condiciones normales, el aparato respiratorio suministra un flujo de aire
continuo, estable y suficiente a la laringe. En el adulto mayor sin embargo, el
aparato respiratorio pierde efectividad en el momento de proveer un flujo adecuado a la laringe,
debido al deterioro pulmonar y de la musculatura torácica, por lo que aún en
presencia de una laringe normal se puede encontrar con tiempos de fonación
cortos e inestabilidad vocal.
Referencia:
Cobeta, I. (2012). Detección del lugar de origen y mejora del
tratamiento en los
pacientes ancianos con trastornos de la voz. Madrid: Imserso. Instituto Mayores
y Servicios Sociales. Recuperado
el 01 de Octubre del 2014 desde http://www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/010_30idi.pdf
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